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¿Predisposición genética para desarrollar una adicción?

 

Con los descubrimientos recientes sobre el genoma humano se han encontrado temas tan controversiales, que permiten una explicación genética  para hacer o tener alguna enfermedad, esta misma situación pasa también con las adicciones. Pero y los que son Compulsivos con las compras, sexo, internet, chocolates, adrenalina qué? Quiere decir que la genética me juega esta mala pasada y no hay nada que hacer?

En un inicio se deberá definir que una adicción es una enfermedad primaria, crónica, de origen multifactorial, caracterizada por señales y síntomas observables en las diferentes etapas de su desarrollo en el cual se busca la recompensa cada vez más y más, hasta llegar a ser patológico y termina por arruinar el proyecto de vida del adicto y de los que se encuentran en su núcleo personal, familiar y social. Esta adicción se da por un neurotransmisor involucrado llamado dopamina, pero también nuestra memoria participa en este proceso.

Como neurotransmisor la dopamina es la causal de los estados de emoción positiva. Esta se secreta de manera natural ante el riesgo, la aventura o la curiosidad. Estas situaciones provocan en cada uno de nosotros un placer individual dependiendo del temperamento y carácter de la persona. Al darse esta situación placentera una región de nuestro cerebro llamado núcleo acomben recibe a la dopamina, mientras que en otra región llamada amígdala evalúa la recompensa obtenida.

El cerebro cuenta con mecanismos diversos para controlar la liberación de esta sustancia y permitir el mantener equilibrio para no estar desbordados en euforia o en la apatía total sin motivo.

Al romperse este equilibrio entre las emociones y la producción de dopamina por el empleo de drogas aumenta la concentración en las terminaciones donde se realizará la sinapsis de las terminaciones nerviosas o incrementará el tiempo que permanece la dopamina libre antes de ser procesada y eliminada.

Ejemplos de esto es con el uso de cocaína. El consumo de esta sustancia bloquea el proceso de recaptura de dopamina, de modo que permanece más tiempo entre las sinapsis, prolongando el efecto placentero y dando la falsa sensación de actividad. Las anfetaminas aunado a esto incrementan exponencialmente la producción de la dopamina, lo que explica la euforia que producen. La nicotina es cambio estimula de forma directa a las neuronas que la producen, pero en el caso del éxtasis que es una Metilendioximetanfetamina (MDMA) destruye a las neuronas posterior a la producción de dopamina.

La situación se  hace caótica cuando el consumo de drogas de abuso se vuelve crónico, ya que disminuyen los receptores de dopamina y los niveles están bajos incluso años posteriores a dejarlas lo que indica el porqué  se crea una necesidad de mayor sustancia para conseguir el mismo efecto

Ya se explicó al inicio como interviene la genética, sin embargo también comentamos que no es el único factor para el desarrollo de una adicción, por ello lo mejor es no ponerte a prueba ante tales estímulos, sí ya lo hiciste dirígete a un centro de orientación en adicciones para informarte sobre este problema, ya que aún no se aprueba a nivel mundial un estudio genético que te diga a qué eres susceptible.

 

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