dejar de tener comportamientos adictivos

¿Qué se necesita  para cambiar y dejar de tener comportamientos adictivos?

Lo más difícil es tomar la decisión.  Lo demás llega con la práctica y disciplina.

Lo único que una persona necesita para dejar de tener comportamientos adictivos, es tener el verdadero deseo de querer cambiar. Este deseo debe de venir acompañado con el valor de aceptar la responsabilidad y el compromiso de poder hacer todo lo que se requiera para cambiar.

Aceptar que uno tiene problemas y que necesita ayuda es probablemente la acción más grande e importante que uno pueda hacer. Esta es una decisión difícil, pero valiosa, ya que tiene el verdadero poder de cambiar, mejorar y lograr  una segunda oportunidad para vivir mejor y sanar el dolor que se ha cargado.

Es de grandes tener el valor de reconocer que uno está mal. Pero es aún  más importante saber que para cambiar, uno tiene que hacer cosas en una forma distinta, pensar y actuar de nuevas formas. Comunicarse de manera diferente, relacionarse con otro tipo de gente. En fin, se debe de tener la fortaleza para poder pedir ayuda… sobretodo, acercarse a las personas que tienen la posibilidad y saben cómo  ayudar.   

Aceptar ayuda y reconocer que uno está mal, es la muestra más sincera que cualquier ser humano pueda tener. Un verdadero símbolo de fortaleza, jamás de debilidad.

¿Qué es lo que impide dejar de tener comportamientos adictivos?  

No es el medio, ni la rutina, ni lo que se encuentra afuera lo que marca el camino para poder hacer las cosas de una nueva manera. Para que se dé el cambio,  uno debe de reprogramarse internamente.  Es decir, la persona que desea el cambio, tiene que tocar su fondo, lo que lleva dentro de su alma, son sus pensamientos  y sus acciones. Sus hábitos y sus relaciones, todo lo que se encuentra dentro y cerca. Se tiene que  retomar el conjunto de todo  lo  que puede cambiar, para mejorar su destino. 

Es importante subrayar que los malos hábitos y las malas decisiones no son el destino que tiene la persona.  Los hábitos, así como todo lo que lastima o daña, son acciones que se pueden cambiar, ignorar y hasta reemplazar. Después de todo, el hábito solo es una forma como se ha aprendido a actuar.

Cuando uno se acostumbra a actuar en forma automática, lo único que pasa es que el cerebro se adormece y deja de pensar conscientemente. Así, las acciones se convierten en simples formas mecánicas donde se actúa por costumbre, sin pensar, ni tomar responsabilidad. Se hace más de lo mismo, todos los días y ante cualquier circunstancia.

La triste realidad es que los malos hábitos emergen sin permiso, ya que se han formado a raíz de la comodidad. Pensar y cambiar, requieren esfuerzo, compromiso y sobretodo conciencia. Todos estos son ingredientes que no se obtienen sin estar despierto de conciencia, alerta y con el convencimiento de querer cambiar y vivir mejor.

No pensar, actuar por costumbre es fácil, es cómodo pero también es una maldición, que domina la forma de pensar.

Si tienes algún mal hábito, si actúas porque tienes una rutina establecida, si crees que tu vida no tiene salida. Recuerda, todo se puede cambiar, solo tienes que tener el deseo y el valor de pedir ayuda.

Nunca estas solo, aun cuando estas a solas. Si tus adicciones no te dejan en paz, no te caigas, ni te critiques. Solo reconoce que puedes estar mejor. Pide ayuda a las personas que te pueden ayudar. Encuentra el valor que necesitas para salir de donde estas. Libérate y vive feliz.

Si necesitas ayuda contáctanos haciendo clic aquí o llamando al 55 8854 7141 con gusto te atenderemos.

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