El que mucho su lugar se da… muy en su lugar se queda. Así, se pierden buenas relaciones y la oportunidad de ser mejor.
Lo ideal sería que el que hace daño lo debería de reconocer y desde luego, hacer todo lo posible para reparar el mal. Después de todo, la persona que lastima, es responsable de sus acciones y sus consecuencias.
En muchos casos esta teoría, por más lógica que se escuche, no funciona. Una de las principales razones, se debe a que la persona que trasgrede, ni siquiera esta consiente del daño que hace o piensa solo en los resultados inmediatos y nunca se da cuenta del daño que puede causar.
Otra razón, tiene que ver con el hecho de que la persona no cree que sus consecuencias afectan a nadie porque sus acciones son solo de él y para él. Además, también tienen la idea errónea de que el daño no es tan grave o se puede corregir rapidísimo sin tener que exponerse o hacer mucho esfuerzo.
La persona que daña no lo hace por molestar a nadie. Por lo menos no en su sano estado mental. Es decir, no hay una intención maléfica para lastimar, simplemente no piensa claro. Ni mide la magnitud de sus consecuencias.
No se trata de justificar a los culpables, ni convertirlos en víctimas inocentes, alegando que no sabían lo que hacían, ni tenían conciencia de sus consecuencias. Ellos son culpables, han dañado, mintieron, fallaron, quizá hasta fueron infieles o dejaron de cumplir.
El punto que se trata de exponer es que la persona que paga la culpa del plato roto, no carga culpa y vergüenza, ni tiene remordimientos. Se siente defraudada, está enojada, etc… pero no tiene un impedimento emocional que le nuble la visión y le permita entender lo que se necesita para poder sanar y reparar la relación, así como recuperar su propia salud mental.
Entonces, la persona que se siente “víctima” puede ayudar al culpable. Al compartir la lección o al ayudarle a proponer medios para ayudar a sanar y/o mejorar su relación.
A pesar de que el error o el dolor sea grande y se tenga la razón para permanecer resentidos, el hecho de que de la víctima se aferre a su ego y su orgullo, hace que su corazón se endurezca al grado de que no encuentren una razón lógica para perdonar ni para dejar ir el sufrimiento para poder reparar su relación; entonces, difícilmente olvidan, sanan o encuentran oportunidades para superar su resentimiento.
Por lo tanto la calidad de su vida se deteriora y sin pensar, pierden la alegría por vivir, se amargan, se aíslan e incrementan el malestar, principalmente a ellos mismos pero también a todos los que están cerca.
Uno tiene que ayudar a sanar la relación con la persona que lastima y defrauda, no solo porque es lo más conveniente, sino porque es la única manera de vivir bien.
No es solo por los que lastimaron… sino por el que sufre también.
Aspectos importantes para reparar relaciones:
Sensibilidad – compasión por la otra persona
Buen ojo– actitud positiva que permite ver lo bueno y lo que se puede rescatar
Fortaleza – valor y paciencia para superar el dolor y el malestar
Perspectiva – reconocer todas las acciones, beneficios y las consecuencias
Fe – confianza de que las cosas van a mejorar y que se puede superar el dolor
Afirmación Positiva para reparar relaciones:
El dolor y decepción causados por otras personas no me limita, ni me impide poder ver más allá del error que cometieron. Yo soy una persona valiosa y busco la manera para reparar mis relaciones. No soy juez, ni tengo la necesidad de castigar a las personas que actúan mal. Cuando soy una mejor persona, la vida me sonríe y yo vivo mejor.
Como sanar las relaciones deterioradas:
- La actitud personal influye en la manera para sanar las relaciones lastimadas. Ser una persona positiva y sensible invita a encontrar razones para que yo y los otros puedan ceder, perdonar y restaurar la relación.
- Ayudar a sanar las relaciones no implica que uno deja de respetarse. Uno perdona y deja ir el enojo porque aspira una vida sana y sin resentimientos.
Porque valora tanto su vida que sería una pérdida de tiempo y esfuerzo retener un enojo de algo que no puede cambiar.
- Tomar responsabilidad y aprender del dolor que causo el deterioro fortalece el carácter. Uno se hace mejor persona cuando entiende que sus acciones también repercuten en la vida de los demás y puede reparar la relación.
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