Distimia

La distimia es una forma de depresión leve, pero de larga duración. También se la conoce como Trastorno Depresivo Persistente. Las personas con esta afección también pueden tener episodios de depresión mayor en algunas ocasiones, puede tener inicio en la niñez o en la adolescencia, frecuentemente antes de los 21 años.

A diferencia de otros episodios de depresión, que son más fáciles de reconocer, la distimia tiene características propias “encubiertas”. Además de tener una duración mayor, los signos más comunes pueden manifestarse a través de cansancio, fatiga, baja autoestima, indecisión y un pesimismo exagerado.

Por lo que la persona que lo padece es percibida por su entorno como negativa, malhumorada, aburrida, pesimista, atribuyendo etiquetas como “es así y ha sido así toda su vida” y que, por tanto, no cambiará más, asociando sus síntomas a una característica de su personalidad. La distimia viene de modo lento y sigiloso. Sin embargo, con los años, a pesar de ser leve, el impacto funcional es grande, pasando desapercibido por lo que el diagnóstico suele ser tardío y perjudica a los pacientes en la búsqueda del tratamiento correcto, algo que puede tardar décadas.

En Oceánica realizamos, a través de nuestros calificados profesionales de la salud mental, una minuciosa investigación de la historia clínica de quienes aplican para nuestro programa de trastornos afectivos, lo cual nos permite diagnosticar con precisión los casos de distimia y ofrecer una solución de tratamiento a la medida en donde el tratamiento médico, psicológico, conductual y sistémico se conjuntan para que la persona logre el desarrollo de habilidades que mejoren su capacidad de afrontar la vida con un fortalecido estado de ánimo.

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