En la actualidad la adicción es un proceso que se ha agravado y alcanzado niveles inimaginables en nuestra sociedad. Se considera una enfermedad grave, crónica y progresiva, que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) “crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia o conducta/actividad, que se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se ven involucrados factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales”, es una enfermedad multifactorial y como tal debe ser tratada.
El tratamiento debe incluir el abordaje de cada caso desde diferentes áreas, involucrando aspectos físicos, mentales, emocionales y espirituales, requiriendo más de un método y técnicas indicadas para lograr que la persona que sufre de la adicción, pueda tener mejores resultados y mayor apego a su proceso de recuperación.
Un mejor pronóstico que surja de la intervención integral profesional y de vanguardia.
En este caso, se profundizará en la práctica de Yoga; práctica que ha ido creciendo exponencialmente en la ultima década debido a todos los beneficios que genera y sí, el Yoga dentro de sus propósitos o fines es el despertar espiritual así como la comunión armoniosa con la parte física, en donde el cuerpo experimenta paz y tranquilidad sin la necesidad de factores externos que alteren el estado de ánimo.
Las diferentes posturas de Yoga y las técnicas de respiración, forman parte importante de las herramientas de esta práctica y los beneficios son innumerables, ya que actúa en el sistema motriz con las posturas o asanas, influyendo también en nuestro sistema endócrino, en la concentración, atención y memoria.
“El Yoga es un camino hacia la libertad, con practica constante, nos podemos liberar del miedo, angustia y soledad”. INDRA DEVI
Se ha comprobado científicamente que una practica regular de Yoga con personas que sufren de alcoholismo y drogadicción, disminuye la ansiedad de consumo (craving), mejora el estado físico, emocional, y aumenta la capacidad de concentración y relajación, así como también disminuye conductas autodestructivas e impulsivas, ayudando a canalizar de manera efectiva la ansiedad, creando nuevas estrategias de vida saludables.
Con el Yoga, la persona genera conciencia de su cuerpo, logra re-dirigir conductas de insano juicio por otras que favorezcan respuestas más sanas, así como aceptarse así mismo, tolerar la frustración, encontrar paz interior y abrir un camino hacia la espiritualidad.
Estos no son objetivos a corto plazo pero si se practica con regularidad, son objetivos que se pueden alcanzar.
Si tienes más dudas sobre los beneficios de esta práctica en tu proceso de recuperación, te invito a escribirme y a través del blog atenderé todas tus dudas.
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Ricardo Contreras
Psicólogo y maestro de yoga