Cómo el ejercicio físico ayuda a reducir la ansiedad
La ansiedad es una de las condiciones más comunes de salud mental en el mundo moderno, y afecta a millones de personas en diversos grados de intensidad. Los síntomas de ansiedad, como preocupación excesiva, tensión muscular, insomnio y dificultad para concentrarse, pueden afectar la vida diaria y la calidad de vida. Si bien existen varios enfoques para tratar la ansiedad, uno de los más efectivos, accesibles y naturales es el ejercicio físico viivido esde un enfoque integral para mejorar tu bienestar
El ejercicio no solo mejora la salud física, sino que también tiene un impacto profundo en el bienestar mental. A continuación, exploramos cómo la actividad física puede ser un aliado poderoso en la lucha contra la ansiedad, explicando los beneficios tanto físicos como psicológicos que proporciona.
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Reducción del cortisol: el impacto de la actividad física sobre el estrés
El cortisol es conocido como la “hormona del estrés“, ya que se libera en situaciones de tensión o preocupación, preparando al cuerpo para afrontar situaciones estresantes (la famosa “respuesta de lucha o huida”). Si bien el cortisol es esencial para nuestras respuestas biológicas ante el estrés, niveles elevados y crónicos de esta hormona pueden tener efectos negativos sobre la salud mental y física, exacerbando la ansiedad y aumentando el riesgo de depresión.
El ejercicio físico es una forma efectiva de reducir los niveles de cortisol en el cuerpo. Durante una sesión de ejercicio, el cuerpo experimenta un aumento temporal en el cortisol, pero después de la actividad física, los niveles de esta hormona tienden a disminuir. Además, la práctica regular de ejercicio contribuye a mantener el equilibrio hormonal, lo que ayuda a gestionar mejor el estrés a largo plazo.
- Mejora del sueño: descanso reparador para reducir la ansiedad.
La ansiedad y el insomnio suelen ir de la mano. La preocupación constante y la tensión muscular dificultan el sueño reparador, lo que a su vez empeora los síntomas de ansiedad. Aquí es donde el ejercicio regular entra en juego.
Hacer ejercicio con regularidad contribuye a mejorar la calidad del sueño, ayudando a que te duermas más rápido y descanses mejor durante la noche. Esto se debe a que el ejercicio regula los ritmos circadianos (el reloj biológico del cuerpo) y favorece la relajación muscular. Al liberar tensiones físicas y emocionales, el ejercicio facilita un descanso más profundo, lo cual es esencial para reducir la ansiedad. Además, cuando duermes mejor, te sientes más equilibrado y con más energía, lo que te permite manejar el estrés y la ansiedad de manera más efectiva durante el día.
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Regulación de la respiración: el impacto de la actividad física en el sistema nervioso.
La ansiedad a menudo provoca alteraciones en la respiración, como respiración superficial o acelerada, lo que aumenta la sensación de tensión y nerviosismo. El ejercicio físico, especialmente actividades como el yoga, el pilates o la natación, promueve la regulación de la respiración, ayudando a activar el sistema nervioso parasimpático (la parte del sistema nervioso responsable de la relajación y la calma). Al controlar la respiración durante el ejercicio, se fomenta una mayor oxigenación del cuerpo y una mayor relajación. Esta respiración profunda y controlada tiene efectos inmediatos en la reducción de la ansiedad, al disminuir la tensión muscular y favorecer una sensación de bienestar general.
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Liberación de endorfinas: el antídoto natural contra el estrés.
Cuando haces ejercicio, tu cuerpo comienza a liberar una serie de neurotransmisores conocidos como endorfinas. Estas son sustancias químicas que actúan como analgésicos naturales y generadores de bienestar. Las endorfinas no solo te hacen sentir más feliz, sino que también reducen la sensación de dolor y estrés.En términos de ansiedad, las endorfinas juegan un papel crucial, ya que pueden disminuir los niveles de tensión física y emocional. La liberación de endorfinas durante el ejercicio crea una sensación de “euforia” o “subidón”, lo que ayuda a reducir la ansiedad de manera inmediata. Este efecto, a menudo conocido como “runner’s high” (euforia del corredor), puede durar varias horas después de la actividad física y proporciona una sensación de calma y bienestar.
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El ejercicio como herramienta preventiva a largo plazo.
Además de los beneficios inmediatos, la práctica regular de ejercicio físico también puede funcionar como una herramienta preventiva contra la ansiedad en el largo plazo. La actividad física regular mejora la resiliencia emocional y aumenta la capacidad del cuerpo para manejar el estrés. Las personas que hacen ejercicio regularmente tienen un menor riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad o depresión en comparación con aquellas que llevan un estilo de vida sedentario.
- El ejercicio físico como una alternativa natural.
Incluir la actividad física en tu rutina diaria puede ayudarte a manejar mejor el estrés, mejorar tu estado de ánimo y sentirte más relajado en tu vida cotidiana, tiene efectos psicológicos positivos, desde. Incorporar el ejercicio en la rutina diaria puede ayudarte a manejar el estrés, reducir la ansiedad y mejorar tu bienestar general. Así que si estás padeciendo la ansiedad, el darle un espacio a la actividad física puede ser una excelente forma de cuidar tanto tu cuerpo como tu mente. Incorporar el ejercicio en la vida diaria, incluso en pequeñas dosis, puede tener un impacto notable en la reducción de la ansiedad y en la mejora de la calidad de vida; en distracción, puede ser una excelente forma de alejarte de los pensamientos ansiosos. Al concentrarte en la actividad, como correr, nadar o hacer yoga, puedes “descansar” tu mente de las preocupaciones y estresores, Cuando haces ejercicio de manera regular, puedes mejorar tu autoestima y confianza en ti mismo, lo cual tiene un impacto positivo en cómo manejas el estrés y la ansiedad. Muchas actividades físicas, especialmente el yoga o el entrenamiento de respiración, ayudan a controlar la respiración, lo cual a su vez puede reducir los síntomas físicos de la ansiedad, como la respiración acelerada.
En resumen, el ejercicio puede ser una herramienta poderosa para manejar la ansiedad, no solo por sus beneficios físicos, sino también por cómo impacta positivamente en la mente. ¿Practicas algún tipo de ejercicio regularmente? si aun no lo haces ; Oceánica te brinda la información objetiva y avalada por profecionales altamente capacitados en todas y cada una de las disciplinas para el mejor resultado de dicha herramineta y así fomentar una vida saludable , comunicate con nosotros y con gusto te atenderemos.
Lic.psicologa : Bernardita de Lourdes Morales Tirado.
Ced: 10745485