¿Qué te dices a ti mism@ antes de volver a consumir?
¿QUE ME PUEDE PASAR? ¿QUE TANTO ES TANTITO? “GRACIAS A DIOS SOLO FUERON PERDIDAS MATERIALES” “ESTA VEZ NO ME SUCEDERA LO MISMO” “SOLO ME TOMARE 3 O 4” “YO NUNCA LE HE PEGADO A MI ESPOSA” “SOLO HE FALTADO UNAS CUANTAS VECES AL TRABAJO” “NO LE HAGO DAÑO A NADIE” “ME AYUDA A RELAJARME Y A CONCENTRARME” “NO ME ALTERA, AL CONTRARIO, ME TRANQUILIZA” “EN MI TRABAJO SE REQUIERE” “SI ELLA NO ME HUBIERA DICHO NADA YO NO HUBIERA RECAÍDO” “ESTO ES MUY DIFICIL PARA MI, NADIE ME ENTIENDE”
Justificación, minimización, autoengaño, culpar a otros, evasión, auto conmiseración, negación, manipulación son algunos de los mecanismos de defensa puestos en juego a través del pensamiento y actitudes de una persona adicta para poder continuar consumiendo, a pesar de saber que esto le ha generado infinidad de problemas en su vida (LABORAL, PERSONAL, SOCIAL, ESPIRITUAL Y FÍSICO)
El cerebro al ser impactado por la toxicidad de las sustancias adictivas, se altera neurológicamente, afectando así en sus principales funciones tales como juicio, sensación, vías de recompensa, memoria, registro del dolor, control de impulsos, toma de decisiones, etc. Es por eso que comúnmente vemos a las personas en la adicción activa actuando bajo esa alteración en su pensamiento.
En ocasiones escuchamos a los familiares del adicto decir “Él no era así, es noble, de buen corazón, es un gran ser humano” y en efecto lo es, sin embargo cuando está bajo el efecto de las sustancias, pareciera ser otra persona, la que manipula, miente, agrede, es egoísta, su realidad suele ser tan dolorosa y catastrófica que sus mecanismos de defensas se activan impidiéndole poder comprometerse con él mismo y con las personas que ama, a pesar de haber prometido en repetidas ocasiones “NO VOLVERLO HACER” “YO LO PUEDO DEJAR CUANDO YO QUIERA” (autoengaño) por lo que se encuentra en un constante conflicto entre lo que dice, piensa y hace.
Esta disfuncionalidad a su vez genera en la familia sentimientos de desconfianza, resentimiento, enojo, frustración, desesperación al ver a su ser querido sin poder parar.
Cuando una persona entra en un proceso de recuperación, la primera etapa a la que se enfrenta es la desintoxicación, después de esta etapa la persona suele tener cambios físicos y de estado de ánimos positivos, sin embargo, muchos de los pensamientos adictivos persisten, a pesar de ya no encontrarse el químico presente alterando su cerebro y percepción, los mecanismos de defensa se vuelven a activar y empiezan a surgir los pensamientos de “CREO QUE ESTO NO ES PARA MI” “YA ENTENDI” “TENGO MUCHOS ASUNTOS QUE RESOLVER AFUERA” “YO PUEDO SALIR DE ESTO SOLO” “YO NO ESTOY TAN PEOR COMO ALGUNOS DE MIS COMPAÑEROS” “CREO QUE EXAGERE”, es aquí donde vemos que algunas personas dentro de un proceso de recuperación, deciden, bajo un insano juicio, abortar su tratamiento.
En todo proceso de pensamiento, un pensamiento produce un sentimiento, un estado de ánimo que conlleva a tomar decisiones convertidas finalmente en acciones, y estas acciones generan consecuencias, en el caso del adicto, como ya revisamos anteriormente, este proceso de pensamiento no es normal, se encuentra alterado y se ha desarrollado de esa manera durante años, por lo que dentro del proceso de recuperación el verdadero y más difícil objetivo, es que el adicto logre un cambio de juicio y actitudes.