La depresión pareciera ser la enfermedad de moda, pues la falta de información y la idealización de estos padecimientos con una personalidad llamativa, hace que se confunda con un breve episodio de tristeza o melancolía, estos sentimientos están presentes en la vida de todo ser humano, pueden durar varios días dependiendo de la situación que lo haya provocado, pero no están relacionados con un trastorno de depresión.
Cuando sientes que tu estado de ánimo se ha estancado en un constante sentimiento de tristeza, o con síntomas relacionados a esta, que impiden que tu vida sea llevada a cabo de manera normal, o este estado comienza a interferir en tus actividades diarias, como la escuela o el trabajo, entonces comenzamos a hablar de un posible caso de depresión y es necesario comenzar un tratamiento para la depresión.
Las causas de este trastorno son varias, aunque la que puede explicar con más precisión el porqué de este padecimiento es la bioquímica cerebral, en muchos casos las personas deprimidas muestran niveles anormalmente altos de cortisol y de otros agentes químicos que actúan en las funciones cerebrales, como serotonina, noradrenalina y dopamina. Estos niveles anormales en la química cerebral pueden ser hereditarios o de origen familiar.
Cuando la depresión es causada por agentes externos al núcleo familiar, podemos indicar que las pérdidas personales y emocionales muy profundas, pueden causar que la química en el cerebro cambie, aumentando las dosis de las sustancias antes mencionadas, transformando por completo el estado de ánimo del paciente e induciéndolo a un estado depresivo profundo, si bien este acto no es inmediato, si se va dando de manera paulatina y constante, por lo que detectar a tiempo los comportamientos depresivos de un familiar o amigo pueden ser una gran diferencia en su tratamiento y recuperación.
Otros factores que pueden provocar un episodio de depresión es la pérdida de un trabajo o la incapacidad a adaptarse a los cambios propios de la vida, se puede ascender o descender de puesto provocando un estrés que termine en una depresión por falta de preparación ante este evento, si bien los factores son muchos, todo indica que la manera más correcta de determinar si existe una depresión es examinando los niveles de los neurotransmisores y de la química cerebral en general, pues ésta no miente y los resultados son claros.
Conociendo el motivo de la depresión es posible diagnosticar un tratamiento para la depresión y lograr con este la recuperación del paciente. Algunos de los síntomas presentes en un cuadro de depresión son los siguientes:
- Presentar un estado de ánimo depresivo durante la mayor parte del día.Si la depresión se presenta en niños o adolescentes, estos pueden presentar cuadros graves de irritabilidad ante cualquier petición o comentario sobre su estado de ánimo.
- Incapacidad de llevar a cabo los planes fijados en metas, o falta de interés por terminar o comenzar nuevos proyectos, esta tendencia se ve reflejada en todas las actividades diarias.
- Pérdida importante de peso, esta pérdida suele darse aunque no se esté bajo un régimen de dieta o ejercicio estricto.
- Insomnio, incapacidad para conciliar el sueño, despertar constantemente, o en su caso contrario hipersomnia, esto puede afectar las actividades en gran medida.
- Es importante prestar atención a los movimientos del paciente, pues este puede presentar una agitación o una lentitud exacerbada en los movimientos con los que realiza las actividades.
- Sentimientos de culpa o de inutilidad exagerados, sentirse no apto para realizar ninguna tarea.
- Falta de concentración, dificultad para enfocarse en las tareas diarias, indecisión al momento de actuar.
- Pensamientos recurrentes relativos a la muerte y al suicidio.
Una parte importante para lograr una correcta recuperación de un cuadro de depresión es sin lugar a dudas un ambiente familiar sano y dispuesto a ayudar al paciente, la comprensión y el apoyo son fundamentales para lograr que la persona que está atravesando por esta difícil etapa se sienta con los ánimos de seguir adelante con el tratamiento.
El tratamiento para la depresión puede darse en dos tipos: con ayuda de fármacos especializados para controlar la química cerebral, o con tratamientos psicológicos y psiquiátricos. Cada paciente tiene necesidades y circunstancias especiales que determinarán el tratamiento que deberán llevar, para diagnosticar el adecuado, es necesario que se sometan a una serie de terapias y estudios. En muchas ocasiones se combinan los dos tipos de tratamiento para una mejora más pronta y un control total de la química cerebral.
El tratamiento farmacológico funciona a base de antidepresivos, que son los que ayudan a controlar los neurotransmisores y a mantener estable la química cerebral, la dosis la debe recomendar el médico y esta debe ser seguida al pie de la letra para lograr una recuperación correcta. Los efectos de este tratamiento comienzan a notarse generalmente después de tres a seis semanas de haber iniciado.
La psicoterapia tiene el fin de ayudar al paciente a llevar un análisis y un proceso de auto conocimiento y comprensión, con este tratamiento para la depresión se pretende cambiar la visión que se tiene sobre uno mismo, reconociendo las virtudes y maravillas que como seres humanos tenemos.
En Oceánica sabemos que la depresión es una enfermedad difícil de tratar, que requiere de todo el apoyo y comprensión, en nuestras clínicas de recuperación podrás encontrar ese espacio en el que te sentirás comprendido y ayudado.
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