Alimentación saludable

Anorexia, bulimia y trastorno por atracón: diferencias y mitos comunes

Anorexia, bulimia y trastorno por atracón: diferencias y mitos comunes

 

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) afectan a millones de personas en todo el mundo y, en muchas ocasiones, son malinterpretados o incluso confundidos entre sí. Anorexia, bulimia y trastorno por atracón comparten ciertos síntomas y patrones, pero presentan diferencias claras que es fundamental conocer. Entender estas diferencias es clave para detectar señales de alerta a tiempo, desmentir mitos comunes y buscar la ayuda adecuada de manera oportuna.

Lejos de ser una elección o un acto de vanidad, los TCA son enfermedades mentales serias, complejas y multifactoriales que requieren atención profesional. Ignorarlos o minimizarlos puede tener consecuencias graves en la salud física y emocional de quienes los padecen.

¿Qué es la anorexia nerviosa?

La anorexia nerviosa es uno de los trastornos alimentarios más conocidos, pero también uno de los más peligrosos. Se caracteriza por una restricción extrema de la ingesta de alimentos, un miedo intenso a aumentar de peso y una distorsión profunda de la imagen corporal. Las personas que sufren anorexia suelen verse a sí mismas como “gordas” o “desproporcionadas” incluso cuando están peligrosamente por debajo de su peso saludable.

Además de evitar comer, quienes padecen anorexia suelen desarrollar rituales específicos relacionados con la comida: cortar los alimentos en porciones diminutas, comer de forma excesivamente lenta o evitar comer en público. Muchas veces también realizan ejercicio físico de forma compulsiva para “quemar” calorías. La anorexia no solo afecta el cuerpo, sino también la mente, generando sentimientos de culpa, ansiedad y un perfeccionismo extremo.

Este trastorno puede provocar consecuencias físicas muy graves, como desnutrición severa, daño a órganos vitales, osteoporosis, alteraciones cardíacas e incluso la muerte. Es considerado uno de los trastornos mentales con mayor tasa de mortalidad.

¿En qué se diferencia la bulimia nerviosa?

Aunque en la bulimia nerviosa también existe una preocupación intensa por el peso y la figura corporal, su manifestación es diferente, en este caso, la persona alterna episodios de atracones —consumo de grandes cantidades de comida en poco tiempo, acompañado de sensación de pérdida de control— con conductas compensatorias extremas, como vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, ayuno prolongado o ejercicio excesivo.

Una de las principales diferencias con la anorexia es que las personas con bulimia pueden mantener un peso corporal dentro del rango normal o incluso tener sobrepeso, lo que a menudo dificulta su detección desde el exterior. Al igual que en la anorexia, existe una relación conflictiva y dolorosa con la comida, la culpa tras los episodios de atracón y una autoimagen corporal distorsionada.

La bulimia también puede tener consecuencias médicas severas, como daños en el esófago, alteraciones electrolíticas que afectan al corazón, problemas digestivos, inflamación de glándulas salivales y deterioro dental debido a los vómitos frecuentes.

Trastorno por atracón: el más frecuente pero menos conocido

El trastorno por atracón es el TCA más común a nivel mundial, aunque muchas veces pasa desapercibido o es confundido con “comer en exceso”. Se caracteriza por episodios recurrentes de ingesta compulsiva de alimentos, en los cuales la persona come en grandes cantidades, de manera rápida y generalmente a solas, seguido de intensos sentimientos de culpa, vergüenza y malestar.

A diferencia de la bulimia, en el trastorno por atracón no se realizan conductas purgativas posteriores. Esto puede llevar a un aumento de peso significativo y problemas asociados como obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión y trastornos metabólicos.

El trastorno por atracón afecta tanto a hombres como a mujeres, y suele estar estrechamente relacionado con otros problemas emocionales como la ansiedad, la depresión, el abuso de sustancias y una autoestima muy baja. Muchas veces, comer se convierte en un mecanismo de afrontamiento para manejar emociones difíciles o situaciones estresantes.

Mitos comunes sobre los TCA

Para comprender verdaderamente los trastornos de la conducta alimentaria, es importante derribar algunos mitos muy extendidos:

  1. “Solo afectan a mujeres adolescentes”: Aunque las adolescentes son un grupo de riesgo importante, los TCA también afectan a hombres, adultos jóvenes, personas mayores e individuos de todas las razas, culturas y clases sociales. De hecho, cada vez hay más casos diagnosticados en hombres, aunque sigue existiendo un estigma que dificulta su visibilización.
  2. “Es solo vanidad”: Nada más lejos de la realidad. Los TCA no son un capricho ni una expresión superficial de preocupación por la apariencia. Son trastornos mentales serios, originados por una combinación de factores genéticos, biológicos, psicológicos y socioculturales. Muchas veces están relacionados con traumas, baja autoestima, perfeccionismo o problemas emocionales profundos.
  3. “Solo se curan con fuerza de voluntad”: Los trastornos alimentarios no son un problema de falta de voluntad. Se requiere tratamiento profesional interdisciplinario que puede incluir psicoterapia, asesoramiento nutricional, atención médica especializada y en algunos casos, medicación psiquiátrica. La recuperación es posible, pero lleva tiempo y requiere acompañamiento constante.

¿Qué hacer si detectas señales de alerta?

La detección temprana puede marcar una gran diferencia en el pronóstico de un TCA. Si notas en alguien cercano conductas extrañas relacionadas con la comida, pérdida de peso abrupta, obsesión excesiva con el cuerpo, cambios bruscos de humor, aislamiento social o signos de ansiedad, es importante actuar:

  • Habla con la persona desde un lugar de preocupación genuina y sin emitir juicios.
  • Anímala a buscar ayuda profesional lo antes posible.
  • Ofrece tu apoyo, pero respeta su proceso y sus tiempos.

Recuerda: los trastornos de la conducta alimentaria no son modas ni fases pasajeras. Son enfermedades serias que ponen en riesgo la vida de quienes las padecen. La comprensión, la información clara y la empatía son fundamentales para poder acompañar a quienes enfrentan esta difícil batalla.

En Oceánica entendemos la complejidad de los TCA. Ofrecemos ayuda especializada y terapia integral para pacientes que luchan contra estos trastornos. Contáctanos: estamos ubicados en México y contamos con profesionales capacitados que pueden marcar la diferencia en el camino hacia la recuperación. No estás solo, hay salida y ayuda disponible.

Doctor Carlos
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