Tratamiento para la depresión

Cómo identificar y manejar el estrés postraumático en pacientes en rehabilitación

Cómo identificar y manejar el estrés postraumático en pacientes en rehabilitación

 

El camino hacia la recuperación de una adicción, una pérdida o cualquier situación crítica no solo implica dejar atrás conductas destructivas, sino también enfrentar heridas emocionales profundas. Muchas veces, en pacientes en rehabilitación, aparece una pieza clave que no siempre se aborda a tiempo: el estrés postraumático.

Este tipo de trauma puede estar en el origen de una adicción, ser una consecuencia de eventos vividos durante el periodo de consumo, o incluso aparecer como parte del proceso de cambio. Entenderlo y saber cómo manejarlo es esencial para garantizar una rehabilitación integral y sostenible.

¿Qué es el estrés postraumático?

El estrés postraumático, o TEPT, es un trastorno psicológico que puede desarrollarse después de haber vivido o presenciado un evento altamente estresante o aterrador. Puede tratarse de una situación violenta, abuso físico o emocional, accidentes, pérdidas significativas o experiencias prolongadas de dolor emocional.

Quienes lo padecen pueden revivir constantemente el evento traumático, sufrir pesadillas, ansiedad extrema, hipervigilancia, reacciones físicas intensas ante ciertos estímulos, o incluso disociación. Estos síntomas, si no se identifican y tratan adecuadamente, pueden interferir profundamente en el proceso de rehabilitación y en la recuperación de la salud mental.

 

La relación entre trauma y rehabilitación

Es muy común que el trauma esté en la raíz de muchos comportamientos adictivos o autodestructivos. Muchas personas utilizan sustancias, conductas compulsivas o evasiones como forma de anestesiar el dolor emocional. Cuando se inicia un proceso de rehabilitación, se abre la puerta a sentir de nuevo, y ahí es donde puede emerger el estrés postraumático con toda su intensidad.

Reconocer esta relación es vital: no se puede trabajar efectivamente la rehabilitación sin atender el origen emocional del dolor. Abordar el manejo del estrés postraumático es, entonces, una parte central del trabajo terapéutico.

¿Cómo identificar el estrés postraumático en pacientes en rehabilitación?

Aunque cada persona experimenta el trauma de forma distinta, hay algunos síntomas comunes que pueden ayudar a detectarlo:

  • Revives el evento constantemente, con imágenes intrusivas, pesadillas o pensamientos angustiantes.
  • Reacciones intensas ante ciertos estímulos, como ruidos, lugares o fechas que recuerdan el trauma.
  • Evitas personas, lugares o conversaciones que te recuerdan el hecho traumático.
  • Te cuesta confiar, y vives en un estado de alerta constante (hipervigilancia).
  • Tienes cambios de ánimo abruptos, dificultad para dormir, sentimientos de culpa o vergüenza intensos.

En un entorno de rehabilitación, estos síntomas pueden confundirse fácilmente con ansiedad generalizada, crisis emocionales propias del proceso, o incluso resistencia al cambio. Por eso, es fundamental contar con un equipo terapéutico que pueda diferenciar y acompañar adecuadamente este tipo de experiencias.

El impacto del estrés postraumático en la salud mental

El estrés postraumático no solo afecta la estabilidad emocional, sino que puede comprometer toda la estructura interna de una persona. Es frecuente que quienes lo padecen sientan que no tienen control sobre su mente o su cuerpo, lo cual intensifica el sufrimiento.

En términos de salud mental, puede generar cuadros de depresión, ansiedad, ataques de pánico o incluso pensamientos autodestructivos. En personas en rehabilitación, estos síntomas aumentan el riesgo de recaída si no son tratados con herramientas adecuadas.

 

¿Cómo abordar el manejo del estrés postraumático?

El abordaje debe ser integral y compasivo. El objetivo no es revivir el trauma, sino aprender a regular las emociones, resignificar lo vivido y recuperar la sensación de seguridad interna. Estas son algunas estrategias fundamentales:

  1. Psicoeducación

Entender qué es el estrés postraumático y cómo actúa en el cuerpo y la mente ayuda a disminuir el miedo. Cuando la persona sabe lo que le está pasando, deja de sentirse “loca” o “débil”, y empieza a tomar protagonismo en su rehabilitación.

  1. Terapias enfocadas en trauma

Existen enfoques terapéuticos especialmente efectivos, como EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular), Terapia Somática, o la Terapia Cognitivo-Conductual orientada a trauma. Estos enfoques ayudan a procesar el trauma de forma segura.

  1. Prácticas de regulación emocional

La respiración consciente, la meditación y el manejo del estrés diario son herramientas poderosas para reconectar con el cuerpo, reducir la ansiedad y establecer una sensación de control interno.

  1. Espacios seguros

Un entorno terapéutico seguro, donde la persona no se sienta juzgada ni presionada, es fundamental para sanar. La confianza con el equipo es clave para que el paciente pueda abrirse al trabajo profundo.

  1. Fortalecer redes de apoyo

La presencia de personas significativas que validen y acompañen el proceso puede hacer una gran diferencia. Sentirse acompañado alivia el peso del trauma y fortalece la resiliencia.

 

El rol del autocuidado en el manejo del estrés

El estrés postraumático agota tanto emocional como físicamente. Por eso, el autocuidado diario —alimentarse bien, dormir lo suficiente, poner límites sanos y tener rutinas de descanso— es indispensable. Estas acciones no son “extra”, son parte del tratamiento. El cuerpo necesita estabilidad para poder procesar emociones intensas y avanzar en el camino de la rehabilitación.

 

Acompañar con empatía: el rol del terapeuta y el equipo

En muchos casos, las personas que han vivido un trauma han sentido que no fueron escuchadas, o incluso que su dolor fue minimizado. En un proceso de rehabilitación, es fundamental que el equipo terapéutico actúe con empatía, respeto y validación.

No se trata de obligar a hablar del trauma, sino de generar las condiciones para que la persona pueda hacerlo cuando esté lista. El terapeuta acompaña, guía, contiene y respeta los ritmos individuales, sabiendo que cada paso cuenta.

 

¿Qué pasa si no se atiende el estrés postraumático?

Ignorar el estrés postraumático no hace que desaparezca. De hecho, tiende a intensificarse y buscar salida en síntomas físicos, somatizaciones, crisis emocionales o conductas de evasión. En el contexto de la rehabilitación, esto puede traducirse en abandonos del tratamiento, recaídas, o una sensación de estancamiento.

Por eso, identificar y trabajar el trauma no es opcional: es una necesidad. Solo así se puede construir una salud mental más sólida y un bienestar que no dependa de mecanismos de defensa destructivos.

 

Fases del tratamiento y cómo se integra el abordaje del trauma

En centros especializados como Oceánica México, se reconoce que el trauma es una parte central en muchos procesos de rehabilitación. Por ello, el acompañamiento se organiza en fases diseñadas para abordar de manera progresiva y segura la salud mental de cada paciente:

  1. Evaluación clínica: Se identifican síntomas de estrés postraumático, antecedentes emocionales y necesidades particulares.
  2. Desintoxicación o estabilización: Se trabaja en regular el cuerpo y la mente, creando un entorno seguro y previsible. Aquí, el manejo del estrés es clave.
  3. Exploración profunda: En esta etapa, se abordan las experiencias traumáticas con herramientas específicas, respetando siempre los ritmos del paciente.
  4. Reintegración psicosocial: Se fortalece la autonomía, se recuperan roles y vínculos, y se consolidan estrategias para enfrentar la vida con nuevas herramientas.
  5. Prevención de recaídas: Se enseñan técnicas de autorregulación y se refuerza el autocuidado como pilar de la estabilidad emocional.
  6. Seguimiento terapéutico: Se brinda acompañamiento a largo plazo, ayudando a sostener los avances logrados y respondiendo a nuevos desafíos.

 

Un espacio para sanar profundamente

Superar un trauma no es olvidar lo que pasó, sino dejar de vivir desde esa herida. Y para muchas personas, la rehabilitación es la oportunidad de volver a conectar con su historia, pero desde un lugar más consciente, libre y compasivo.

En Oceánica México, comprendemos la complejidad del estrés postraumático y cómo puede afectar profundamente la salud mental. Por eso, integramos un enfoque terapéutico profundo y humano, diseñado para acompañar cada historia con respeto, profesionalismo y cuidado.

Si tú o alguien cercano está enfrentando un proceso de rehabilitación y necesita un espacio seguro para sanar el trauma, te invitamos a conocer más sobre cómo podemos ayudarte. A veces, el primer paso hacia el cambio comienza por sentirse escuchado y acompañado.

 

Doctor Carlos
Buscar artículo por categoría

Elige el medio de contacto

Elige el medio de contacto