centro de rehabilitación de drogadictos

¿Dónde acudir si mi hijo/a consume drogas?

La familia, donde uno de sus miembros consume drogas, pasa por un proceso de duelo, ya que sus expectativas que tenían hacia ese familiar no se cumplen, y eso les ocasiona mucho dolor, tristeza, frustración, impotencia, miedo y culpa, entre otras cosas. En un principio, niegan que algo esté pasando al interior de casa, hay mucho miedo de reconocer que un miembro de su familia tiene un problema, que está enfermo. Debido a ello, hacen todo lo que está en sus manos para justificarlo, elaborando pretextos a su comportamiento, pero llega un momento en que la enfermedad no se puede ignorar y cada vez es más evidente para ellos, es como si un elefante estuviera al interior de la casa, no podemos ingresar a ella sin darnos cuenta.

Es importante recordar que la familia es un sistema y lo que le pasa a un miembro de la misma va a impactar de alguna manera, favorable o desfavorablemente, a todos los miembros de la familia. Cada miembro ocupa un rol, el cual va a desempeñar por un determinado tiempo, buscando entre todos el equilibrio y bienestar de la familia en general. Con el síntoma del consumo de drogas no es una excepción.

Llega un momento en que es imposible ocultar que un ser querido enfrenta una adicción, ya sea a drogas, alcohol, medicamentos, o a comportamientos compulsivos como el juego o trastornos alimenticios. A menudo, este reconocimiento ocurre después de que la adicción ha avanzado significativamente, en parte porque, por miedo o esperanza, evitamos aceptar la realidad, permitiendo que la adicción profundice su control sobre la vida de nuestro familiar.

Frente a esta realidad, las familias suelen iniciar la búsqueda de ayuda, optando inicialmente por soporte psicológico y psiquiátrico, con la esperanza de que estas intervenciones sean suficientes para detener el consumo. Es vital entender que estos profesionales, especialmente si se especializan en adicciones, pueden ofrecer un primer paso crucial hacia la recuperación. En las etapas iniciales de la adicción, la intervención psicológica y psiquiátrica, incluida la evaluación para el uso de medicamentos, puede ser efectiva.

Sin embargo, cuando la adicción tiene un largo historial, estas medidas pueden resultar insuficientes. Puede que nuestro familiar logre abstenerse por un tiempo, pero la recaída, con todo el dolor, la frustración y el miedo que conlleva, nos hace cuestionarnos angustiados sobre los siguientes pasos a seguir. Este ciclo plantea la pregunta crucial: ¿Qué más podemos hacer? La búsqueda de soluciones más allá del tratamiento inicial es esencial, reconociendo que la adicción es una enfermedad compleja que a menudo requiere un enfoque multifacético para su manejo.

Algo importante a tomar en cuenta es que las personas que sufren de una adicción no son malas personas, no quieren hacerse daño ni hacer daño a los demás, tienen una enfermedad y necesitan tratamiento.

Consideraciones esenciales al buscar apoyo para un ser querido enfermo

Es fundamental acercarse a un profesional de la salud quien evaluará lo que su familiar necesita y se considerará lo siguiente:

  • El tiempo que lleva con la adicción (período corto o largo)
  • El tipo de adicción que tiene (alcohol, drogas, fármacos, ludopatía, trastorno de la conducta alimentaria).
  • Las consecuencias que ha tenido debido a la adicción. Se consideran consecuencias todas aquellas afectaciones, en las diferentes áreas de vida, secundarias al consumo o compulsiones comportamentales.
  • Evaluará, de acuerdo al patrón de consumo, si el tratamiento más efectivo sería ambulatorio o de internamiento.
  • Además, se recomienda la psicoeducación, informándose a través de pláticas, literatura u otros medios informativos confiables, un profesional de la salud o líneas de ayuda podrán proporcionar recomendaciones.

Explorando alternativas para superar adicciones crónicas

Cuando ya lleva un período largo con la adicción, las alternativas que se tienen son:

  • Informarse de las clínicas o lugares donde se ofrecen tratamientos ambulatorios. Pueden ser particulares o de apoyo gubernamental.
  • Informarse de las clínicas o lugares donde se ofrecen tratamientos residenciales. La mayoría de los cuales serán particulares.
  • Diferenciar entre una clínica de rehabilitación profesional y de auto ayuda (anexos). Las clínicas de rehabilitación ofrecen un tratamiento especializado y profesional para cada persona y en los anexos sólo los retienen apoyándose en testimoniales y recomendaciones de recuperación de otros internos con muy pobre soporte de profesionales de la salud mental, que muchas veces no los tienen o en otras son insuficientes para cubrir las necesidades de toda la población, así como les asignan a los internos  funciones específicas de servicio  (lo cual no corresponde a un tratamiento), y que muchas de las veces en lugar de que haya un resultado positivo, se obtienen resultados desfavorables. Es necesario investigar si las clínicas o anexos que nos interesan tienen la certificación por parte de la CONASAMA (Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones), quien regula que los establecimientos cumplan con la normatividad oficial. Se ha comprobado que en el país existen una gran cantidad de lugares sin certificar y, por ende, sin cumplir con regulación básica que proteja los derechos humanos y un tratamiento clínico efectivo. Por lo que se tiene que tener mucho cuidado al momento de elegir el lugar donde se va a llevar a cabo el tratamiento.

Factores clave para elegir un centro de rehabilitación

Si se opta por un lugar residencial, donde nuestro familiar estará internado, es necesario tomar en cuenta:

  • Ubicación del lugar, si está en la misma ciudad donde se reside o en otro estado.
  • Costo del tratamiento.
  • Certificaciones que tiene, si está avalada por la CONASAMA
  • Reseñas o comentarios de egresados
  • Que cuente con un tratamiento especializado integral, que tenga atención médica, psicológica y psiquiátrica
  • Que la clínica te ofrezca la seguridad de que tu familiar va a estar en condiciones favorables, donde va a recibir el tratamiento adecuado y necesario para su caso en particular.
  • Que la plantilla de profesionales esté especializado en el tema.

A menudo, las limitaciones económicas hacen que nuestras familias no puedan acceder a clínicas de rehabilitación de renombre nacional e internacional para tratar a nuestros seres queridos. En estos casos, es posible que optemos por instituciones más accesibles, aunque estas no siempre cuentan con el entorno ideal o el respaldo de especialistas para un tratamiento efectivo. No obstante, es crucial realizar una investigación exhaustiva para hallar una institución que ofrezca un tratamiento integral y cuente con el aval de la Secretaría de Salud.

Es importante considerar que este tipo de inversión, cuando se paga por un tratamiento, es una inversión de vida para nuestro familiar, y con ello evitar incluso ponerlo en un mayor riesgo con un peor pronóstico para la recuperación. Por eso vale la pena que analicemos concienzudamente nuestras alternativas y optar por la mejor opción, analizando pros y contras.

Recordemos que la adicción es una enfermedad crónica y progresiva, que si no se atiende a tiempo lleva a la muerte. ¿Qué es lo que queremos para nuestro familiar? ¿Vale la pena el esfuerzo que hagamos? Yo creo que la respuesta es SÍ.

Cualquier duda que surja sobre el tema o si necesitas acompañamiento en el proceso, con gusto podemos orientarte. Llámanos Estamos listos para atenderte.

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dr oceanica
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