El cutting en la adolescencia
El cutting, o la autolesión mediante cortes en la piel, es un fenómeno preocupante que afecta a un número significativo de adolescentes en todo el mundo. Este comportamiento autolesivo no suicida implica que la persona se cause daño físico intencionalmente como una forma de lidiar con emociones intensas, confusión o desesperación. Aunque no siempre tiene como objetivo la muerte, es un indicador de malestar psicológico grave y una señal de alerta que exige atención inmediata por parte de los padres, educadores y profesionales de la salud mental.
La adolescencia y la relación con el cutting
La adolescencia es una etapa caracterizada por cambios físicos, emocionales y sociales significativos. En este período, los jóvenes enfrentan desafíos relacionados con la identidad, la presión social, las expectativas académicas y familiares, y los conflictos emocionales. Para algunos, estas tensiones pueden resultar abrumadoras y difíciles de manejar, lo que los lleva a buscar formas poco saludables de expresar su angustia.
El cutting suele ser una forma no saludable de afrontar el dolor emocional intenso. Para los adolescentes que lo practican, los cortes físicos pueden parecer una solución temporal ante los sentimientos de tristeza, ira, ansiedad o vacío. El acto de lastimarse puede proporcionar una sensación de alivio momentáneo, así mismo puede dar lugar a un ciclo autodestructivo.
Causas
Puede tener múltiples factores desencadenantes, que varían según cada adolescente. Entre las principales razones encontramos:
- Falta de regulación emocional: El dolor físico puede actuar como una distracción frente a emociones abrumadoras, entumecimiento emocional, estrés o angustia que no pueden procesar de manera efectiva.
- Baja autoestima: Jóvenes que se sienten insuficientes, culpables o avergonzados de sí mismos pueden usarlo como una forma de “castigo”.
- Problemas de comunicación: Aquellos que no saben expresar sus sentimientos de manera verbal pueden recurrir a esta práctica como una forma de “hablar” de su sufrimiento. Es decir, Habla de su realidad interna y externa, social y afectiva.
- Influencia social y cultural: En algunos casos, la exposición a redes sociales, películas o amistades que glorifican o normalizan la autolesión puede incitar a los adolescentes a adoptar una conducta dañina.
- Problemas de salud mental: También está asociado con condiciones como la depresión, la ansiedad, los trastornos alimentarios y el trastorno límite de la personalidad. Puede estar relacionado con antecedentes de trauma o abuso.
- Deseo de sentir algo: Algunos adolescentes recurren porque experimentan un vacío emocional extremo y necesitan sentir algo, incluso si es dolor.
- Búsqueda de atención o ayuda: En ciertos casos, puede ser un grito de ayuda, aunque no siempre sea consciente o intencional.
Señales de alerta
Es fundamental estar atentos a los posibles indicios de que un adolescente está practicando cutting. Debido a que suelen presentarse en privado y de forma controlada. Algunas señales incluyen:
- Aparición de heridas, cicatrices o cortes en brazos, pecho, piernas o abdomen. Por ejemplo; pueden cortarse, rasparse, quemarse con cigarros o utilizar objetos punzocortantes. Regularmente buscan un lugar que no sea visible ante los demás.
- Uso de ropa que cubra excesivamente el cuerpo, como mangas largas o pantalones en climas cálidos.
- Aislamiento social, cambios repentinos en el comportamiento o en el estado de ánimo.
- Conversaciones sobre el dolor, la autolesión o la desesperanza.
Consecuencias
El cutting tiene múltiples consecuencias que afectan tanto la salud física como emocional de la persona que lo practica. Estas pueden variar dependiendo de la frecuencia y la gravedad de la autolesión, así como de los problemas emocionales subyacentes. Entre las principales consecuencias se encuentran:
- Daño físico: Las heridas pueden infectarse, dejar cicatrices permanentes o provocar complicaciones médicas graves si el daño es profundo.
- Dependencia emocional: El alivio momentáneo que produce puede generar una dependencia psicológica, creando un ciclo donde el adolescente necesita recurrir a este comportamiento con mayor frecuencia.
- Impacto social: Los adolescentes que se autolesionan suelen aislarse por miedo al juicio de los demás, lo que puede agravar su sensación de soledad y empeorar su salud mental.
- Riesgo de conductas más graves: Aunque no necesariamente implica un deseo suicida, pueden llegar a tener un riesgo de intentos de suicidio o recurrir a una conducta adictiva, si no reciben ayuda adecuada.
¿Qué hacer si descubro que mi hijo se está autolesionando?
Si descubres que tu hijo se está autolesionando, es natural sentirte preocupado, angustiado y, posiblemente, confundido. Aquí te dejo algunos pasos clave que puedes seguir para apoyarlo de manera efectiva y adecuada:
1. Establecer un dialogo empático
Es fundamental hablar con el adolescente sin juzgar ni culpar. En lugar de centrarse en el comportamiento en sí, es importante expresar preocupación y abrir un espacio seguro para que hable de lo que siente. Frases como “Estoy aquí para escucharte” o “Me preocupa que estés pasando por algo difícil” pueden ser el inicio de entablar una comunicación efectiva, con la finalidad de empezar a generar confianza para que se permita expresar sus sentimientos.
2. Buscar ayuda profesional
Los profesionales de la salud pueden ayudar en desarrollar estrategias de afrontamiento saludables basadas en el manejo emocional y de resolución de problemas. Terapias como la cognitivo-conductual (TCC) y la dialéctico-conductual (TDC) son particularmente efectivas.
3. Fomentar alternativas saludables
Puede beneficiarse al llevar a la práctica actividades que le permitan expresar sus emociones de forma segura, como el arte, la escritura, la música o el ejercicio físico. También se pueden enseñar técnicas de relajación, como la respiración profunda, meditación, musicoterapia, yoga y ejercicios de mindfulnes.
Aunque puede ser un tema difícil de abordar, la intervención temprana y el apoyo adecuado pueden marcar una diferencia significativa en la vida del joven. Muchas personas se autolesionan solo algunas veces y luego dejan de hacerlo. Pero para otras, autolesionarse se puede convertir en una conducta repetida y de largo plazo.
En Oceánica, entendemos que el dolor emocional puede ser abrumador, pero hay esperanza. Nuestro equipo de profesionales está aquí para ayudarte a romper el ciclo de sufrimiento, proporcionándote herramientas efectivas para enfrentar tus emociones de manera saludable.
Porque el primer paso hacia la sanación es hablar.