La recuperación del Trastorno de la Conducta Alimentaria: ¿Qué Esperar?

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades mentales graves que se relacionan con una conducta alterada respecto a los hábitos alimentarios, lo que se traduce en comportamientos que van desde comer de manera descontrolada hasta la falta de ingesta de comida. Los trastornos más frecuentes son la Anorexia y la Bulimia Nerviosa, el Trastorno por Atracones y el Trastorno Evitativo/Restrictivo de la Ingesta Alimentaria. Estos trastornos tienen un fuerte componente psicológico y emocional, por lo tanto la recuperación no significa únicamente dejar de involucrarse en conductas dañinas relacionadas con la comida; implica una reconstrucción del bienestar emocional, físico y social. El tratamiento puede ser a largo plazo dependiendo su proceso y gravedad, aunque cada experiencia es única, la recuperación es posible con el apoyo adecuado. A continuación abordaremos lo que se puede esperar durante el proceso de recuperación, desde los primeros pasos hasta la estabilización a largo plazo.

¿Qué esperar al comenzar la recuperación?

La decisión de comenzar la recuperación es un paso significativo y muchas veces doloroso, ya que requiere confrontar pensamientos y comportamientos profundamente arraigados. El primer paso es reconocer que se necesita ayuda. A menudo, esto implica la intervención de profesionales de la salud mental, nutricionistas y médicos. Las expectativas durante esta fase inicial incluyen:

• Reconocer el problema: Es posible que al principio la persona esté luchando con la negación o minimización de los síntomas. Aceptar que se tiene un TCA es esencial para comenzar el proceso terapéutico. Algunos ejemplos de los pensamientos distorsionados propios de los trastornos, los cuales necesitan ser abordados para fomentar la aceptación son; Todavía estoy dentro de “mi margen de peso”, Me gusta la ropa que “adelgaza”, “No soy suficiente tal como soy”, “El control sobre la comida es lo único que me da paz”, “Mi cuerpo es inaceptable y no puedo aceptarlo”, Me siento mejor cuando no como, me siento más fuerte”, “No merezco comer, no me lo he ganado”, etc.

• Desafíos emocionales: También involucra lidiar con emociones complejas como la culpa, la vergüenza, la ansiedad y el miedo al cambio.
  
• Tratamiento intensivo: Dependiendo de la gravedad del trastorno, puede ser necesario ingresar a un centro especializado, como una unidad hospitalaria, centro de tratamiento o una clínica ambulatoria, donde se ofrezca un enfoque multidisciplinario.

• Resistencia a la intervención: Las personas pueden sentir una gran resistencia a cambiar, pues el TCA ha funcionado durante mucho tiempo como una forma de controlar sus emociones y su entorno. Esta resistencia es normal, durante el proceso.

• Fase de reequilibrio físico y psicológico: Una vez que la persona ha comenzado a aceptar la necesidad de tratamiento, los esfuerzos se concentran en restablecer el equilibrio físico y emocional.

• Recuperación física: En esta fase, es crucial trabajar con un nutricionista especializado para recuperar un peso saludable de manera gradual y adecuada, sin caer en comportamientos compulsivos.
  
• Afrontar la ansiedad: Es normal que, durante la recuperación, la ansiedad relacionada con la comida y el peso se mantenga. Se puede sentir miedo de ganar peso o de no poder controlar lo que se consume. La clave es desarrollar estrategias para manejar estos pensamientos y emociones, a través de la terapia cognitivo-conductual (TCC) o terapias centradas en la aceptación y el compromiso.

• Reestructuración del pensamiento: Una parte importante de la recuperación es identificar y cambiar las creencias disfuncionales sobre el cuerpo, el peso y la comida. Esto a menudo implica trabajar en la baja autoestima y en las presiones sociales que contribuyen al trastorno. La terapia permite aprender nuevas formas de pensar y reaccionar ante las situaciones que anteriormente desencadenaban conductas de control alimentario.

• Aumento de la conciencia emocional: Muchos tienen dificultades para identificar y expresar sus emociones. Parte del proceso de recuperación incluye aprender a identificar las emociones que llevaron al trastorno alimentario, como la ansiedad, la depresión o el estrés, y aprender a manejarlas de manera más saludable.

Recuperación a largo plazo

La recuperación de un TCA no termina una vez que se ha restaurado el peso corporal o se han detenido las conductas peligrosas. El verdadero desafío está en mantener un equilibrio emocional y físico saludable a largo plazo. En esta fase, es probable que se experimenten altibajos, y aunque los síntomas no siempre desaparecen por completo, con el tiempo el paciente se vuelve más resiliente y capaz de manejar los desafíos.

A medida que la persona se estabiliza, es posible que surjan momentos de duda, estrés o dificultades emocionales que podrían hacer que las conductas malsanas regresen. Es importante tener un plan de prevención de recaídas para hacer frente a los detonantes internos y externos para romper la cadena conductual y no llegar a las consecuencias negativas. 

La restauración de la autoestima es crucial para la recuperación a largo plazo. A través de la terapia, las personas aprenden a valorar su cuerpo y su ser sin depender de la imagen corporal o el control de la comida como medida de éxito.

La alimentación deja de ser vista como un campo de batalla y se convierte en una herramienta para cuidar el cuerpo. Se aprende a comer de manera flexible, sin caer en reglas estrictas o restricciones.

¿Qué no se espera?

Aunque la recuperación de un TCA es posible, es importante entender que no es un proceso lineal. Habrá días buenos y días difíciles. Puede ser un viaje largo y a veces frustrante, no se puede esperar una “cura rápida” ni una solución inmediata. 

Hoy puede ser el momento para abrir la puerta hacia la recuperación, recuperar tu identidad, dejar atrás esos miedos intensos, luchar con tu propia mente, experimentar la libertad y plenitud, desaprender todo lo que la enfermedad te ha enseñado y aprender lo que realmente es la vida. Por más oscuro que se vea el camino, siempre hay una luz esperando y eso es la recuperación completa. Es ahí cuando la cárcel del TCA desaparece y apareces TÚ.