Como parte del proceso de una persona con problemas de alcoholismo o drogas, suelen haber duelos no resueltos en las diferentes etapas de su vida, como la pérdida de un familiar (fallecimiento), pérdida de algún sueño o meta que no se logró alcanzar, la pérdida de una relación de pareja, cambio de una etapa de vida a otro, entre otros, que pudieron haber influido en su consumo de alcohol o drogas, u otros duelos se dan a consecuencia del mismo alcoholismo o consumo de sustancias, como la pérdida de confianza de sus familiares, pérdida de amistades sanas, de trabajos, etc. Sin embargo, hay otro duelo importante en torno a una persona consumidora de alcohol o drogas y es el duelo que vive la familia cuando se entera de la adicción de un hijo.
Para explicar el proceso de duelo que vive la familia al enterarse que su familiar tiene un problema relacionado con el alcohol o consumo de sustancias, es importante definir que un duelo es la pérdida de algo significativo en la vida, algo a lo que se tiene un apego especial e importante. El Dr. Kessler (2016) plantea 5 etapas en el proceso de duelo retomadas de la Dra. Elisabeth Kubler Ross, las cuales son la negación, ira, negociación, tristeza y aceptación.
Una vez aclarando lo que es un duelo, ¿a qué nos referimos con el duelo de la familia al enterarse que su familiar tiene problemas de alcoholismo o consumo de drogas? Estamos hablando de un duelo simbólico, es decir, toda familia normalmente suele tener una idealización o expectativa de su hijo, lo perciben de tal o cual manera, definiéndolo de acuerdo a su percepción, sin embargo, cuando se enteran que su familiar tiene problemas de alcoholismo o es consumidor de drogas pierden esa idealización, pierden a ese familiar y viene una nueva percepción de etiquetarlo como la sociedad percibe el alcoholismo y el consumo de drogas.
Para la familia es difícil enterarse de la adicción de un hijo con un problema de alcoholismo o consumo de drogas y es ahí cuando inicia su proceso de duelo con la etapa de la negación. Al inicio la familia suele evadir o negar el problema de adicción incluso cuando es claro que hay un problema, suelen justificarlo o creerle al hijo que no tiene ningún problema con el consumo y que puede detenerlo cuando él lo desee.
La segunda etapa que se da en el duelo es la Ira, que en este duelo en ocasiones suele darse en forma de rechazo, discusiones, conflictos, gritos y hasta agresiones, y el rechazo se suele dar en torno a la decepción que suelen sentir debido a que se perdió ese familiar que creían “tenían” en su hogar.
Sin embargo, el sentimiento de rechazo en ocasiones suele ser una etapa corta debido a que el paciente con consumo de alcohol o drogas suele ser una persona con la habilidad de manipulación el cual empieza a provocar un sentimiento de culpa en la familia haciéndoles creer que es por ellos que él consume sustancias (por cómo lo trataron, por los conflictos familiares que se tienen que llegaron a afectarle, etc). En esta etapa es donde la familia suele preguntarse ¿qué hice mal?, ¿en qué falle?, de esta manera el hijo consumidor de alcohol o drogas evade su responsabilidad y la familia entra en una etapa de sufrimiento, esta etapa se asemeja a la etapa de negociación y tristeza.
Posterior a esta etapa del duelo al, ver avanzar la adicción y consecuencias del alcoholismo o consumo de drogas de su familiar, la familia entra en desesperación e inicia en la etapa de reacción de ayuda la cual consta en que la familia suele querer ayudar al hijo con sus propios recursos con el objetivo en muchas ocasiones de que disminuya el conflicto a pesar de que éste no deje de consumir, lo cual en muchas ocasiones en vez de ayudarlo genera mayor conflicto, lo cual hace entrar a la familia en sentimiento de impotencia. Esta etapa en el duelo sigue asemejándose a la etapa de negociación y tristeza.
Después de haber pasado por ese proceso cansado y de sentimientos de impotencia y frustración al final en algunas ocasiones llega la etapa de búsqueda de ayuda en la cual la familia inicia a buscar apoyo profesional, lo cual esta etapa nos habla de un paso a la aceptación en este duelo tan importante y significativo que atraviesa la familia y el hijo con problemas de alcoholismo o consumo de sustancias.
Es de suma importancia no dejar ningún duelo sin resolver debido a que esto puede afectar en el área emocional (salud mental), es por eso que en el caso de la familia con un hijo con problemas de alcoholismo o consumo de drogas es importante que trabajen en el proceso de duelo que viven al saber que el hijo que idealizaban lo perdieron, además de empezar a hacer mas objetivos en las expectativas planteadas en los hijos a través de los “fantasmas (miedos o deseos)” de sus propias historias de vida, de esta manera tanto hijo como familia al terminar su proceso de rehabilitación podrán lograr la estabilidad emocional anhelada y crear un ambiente familiar adecuado y sano en casa para alcanzar la sobriedad siendo una verdadera red de apoyo para el consumidor de alcohol o drogas.
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Leonardo Cuauhtémoc Arvizu Macias
Psicoterapeuta Ced. Prof. 11918398