¿Qué es la terapia de electromagnética transcraneal?
La terapia electromagnética transcraneal (o estimulación magnética transcraneal, TMS por sus siglas en inglés: Transcranial Magnetic Stimulation) es un tratamiento no invasivo que utiliza campos magnéticos para estimular ciertas áreas del cerebro. Este tipo de terapia se emplea principalmente para tratar trastornos neurológicos y psiquiátricos, como la depresión resistente al tratamiento, trastornos de ansiedad, trastornos obsesivo-compulsivos (TOC) y otros problemas relacionados con el cerebro.
La técnica consiste en aplicar pulsos magnéticos en áreas específicas del cerebro a través de un dispositivo colocado en el cuero cabelludo. Los impulsos electromagnéticos atraviesan la piel y el cráneo sin causar daño, y pueden influir en la actividad neuronal de las áreas que se están tratando, ayudando a mejorar el funcionamiento cerebral.
La estimulación magnética transcraneal (EMT) es una técnica de neuroestimulación y neuromodulación cerebral segura, no invasiva e indolora que se ha postulado como una herramienta terapéutica que podría facilitar la reorganización funcional cerebral y la recuperación clínica de pacientes con trastornos del sistema nervioso. La estimulación magnética transcraneal utiliza el principio de inducción electromagnética descrito por Michael Faraday en 1831, el cual postula que un campo magnético variable en el tiempo puede inducir voltaje en un conductor cercano, de modo que un pulso de corriente fluyendo a través de una bobina de hilo conductor genera un campo magnético. La frecuencia de cambio de este campo magnético determina la inducción de una corriente secundaria en cualquier conductor cercano, como las neuronas corticales. La EMT fue introducida en 1985 por Barker et al (Universidad de Sheffield), quienes demostraron que colocar una bobina generadora de corriente eléctrica sobre la cabeza de un ser humano evocaba una respuesta motora de algunos músculos de la mano, y de esa manera se podía evaluar la integridad de las vías motoras centrales. Desde su desarrollo, se ha utilizado en la investigación de diferentes afecciones cerebrales con potenciales usos terapéuticos. Al contrario que otras técnicas de estimulación cortical, la EMT se puede usar para el estudio de sujetos normales y sujetos con condiciones neuropsiquiátricas, con la ventaja de ser un método no invasivo con buen perfil de seguridad.
El equipo de EMT, consiste en una fuente de energía que descarga en un capacitador (dispositivo pasivo capaz de almacenar energía) y genera pulsos cortos de corriente eléctrica dirigida a una bobina productora de un campo magnético pulsátil.
La bobina de estimulación consiste en un material de hilo de cobre completamente aislado recubierto con un molde de plástico. Con la bobina activa, el campo magnético penetra fácilmente piel, cráneo y meninges e induce una corriente eléctrica secundaria en el tejido cerebral, orientada en un plano paralelo a la superficie cortical cuando se sitúa la bobina tangencialmente al cráneo, de tal manera que la estimulación se hace sobre los elementos neuronales de la corteza que tienen orientación horizontal y no transversal. Su acción neuromoduladora es, en su gran mayoría, transináptica e indirecta, y actúa cerca del cono axónico de las células piramidales corticales y las regiones de las neuronas que presentan umbrales de despolarización más bajos.
El foco del campo magnético depende de la forma de la bobina de estimulación. Existen cuatro tipos de bobina: forma de ocho o mariposa, circular, doble cono y bobina H. La bobina más usada en los estudios de investigación es la forma de ocho, que consta de dos alas unidas y permite una estimulación más focal y superficial. La bobina circular produce una estimulación más profunda pero menos focal, mientras que la bobina de doble cono induce un campo eléctrico menos focal pero más fuerte, que logra la estimulación directa de regiones cerebrales profundas, y la bobina H, diseñada para reducir el campo eléctrico en la superficie cortical y aumentarlo hacia la profundidad. La intensidad de la corriente eléctrica producida en la bobina es de 5–10 kA; la intensidad del campo magnético inducido es de 1–2 T, el área cortical que se puede estimular es de aproximadamente 3 cm2 y 2 cm de profundidad.
Los mecanismos fundamentales aún no están completamente dilucidados. El campo magnético generado puede tener suficientes magnitud y densidad para despolarizar las neuronas del tracto corticoespinal directamente a través del cono axonal o indirectamente por medio de interneuronas. La EMTr puede inducir cambios en los sistemas de neurotransmisión, serotonina, dopamina, receptores de NMDA, taurina, aspartato y serina.
Efectos secundarios frecuentes
Los efectos secundarios suelen ser entre leves y moderados, y mejoran poco después de una sesión. Los efectos secundarios disminuyen con el tiempo y con más sesiones.
-Efectos secundarios: Molestias y dolor de cuero cabelludo, Dolor de cabeza, Hormigueo, espasmos o contracciones de los músculos faciales, Aturdimiento.
El proveedor de atención médica puede ajustar el nivel de estimulación para reducir los síntomas. O bien, el proveedor de atención médica puede recomendarte que tomes un analgésico de venta sin receta antes del procedimiento. En algunas personas que tienden a sufrir dolores de cabeza o migrañas con frecuencia, la estimulación magnética transcraneal empeora esta condición, por lo que puede ser necesario interrumpir los tratamientos.
Efectos secundarios poco frecuentes
Los efectos secundarios graves son poco frecuentes, pero pueden incluir: Convulsiones, Alteraciones emocionales, perdida auditiva si los oídos no se protegen de manera correcta durante el tratamiento.
¿Cómo te preparas? Antes de someterte a una estimulación magnética transcraneal repetitiva, podrías necesitar lo siguiente:
- Examen físico y estudios de imagen.
- Evaluación de la salud mental para determinar si la persona es apta para el tratamiento.
- Evitar el uso de piezas o disposivitos de metal en el cuerpo. En algunos casos, los pacientes con dispositivos o implantes de metal pueden someterse a una estimulación magnética transcraneal repetitiva. No obstante, debido al campo magnético potente que se genera durante la estimulación magnética transcraneal repetitiva, este procedimiento no se recomienda para personas con estos dispositivos:
-Espirales y clips para aneurismas
-Estents
-Estimuladores implantados
-Estimuladores cerebrales profundos o del nervio vago implantados
-Dispositivos eléctricos implantados, como marcapasos o bombas de infusión de medicamentos
-Electrodos para controlar la actividad cerebral
-Implantes de cóclea para la audición
-Implantes magnéticos
-Fragmentos de balas
-Otros dispositivos u objetos de metal implantados en el cuerpo.
DR.PABLO ISMAEL CABRERA LIZÁRRAGA.