Endurecer el corazón, no es una buena solución
Pensar en la posibilidad de tener un corazón hecho piedra, hace referencia a tratar con una persona cruel, dura, que no muestra sentimientos de bondad, ni de gratitud. Tener un corazón de piedra se refiere al hecho que uno ha tomado la decisión consiente de cerrarse y de no sentir nada. Es decir es una persona que ve el sufrimiento de otros solo como un evento pasajero, el cual no le afecta, ni le interesa el no siente NADA.
El corazón de piedra es resultado de un corazón frágil y sensible que ha sido expuesto a dolor, maltrato, y desánimos. Este corazón se endureció porque no pudo resistir la angustia que la adversidad le presentaba.
La realidad es que cosas suceden en la vida, algunas circunstancias pueden ser muy dolorosas, incomodas y hasta dejarán mal sabor. Cierto es que la vida, es así, nadie puede evitarlo. Así mismo, toda persona tiene el derecho de tomar la decisión para optar por endurecer su corazón o darle vuelta a la página e iniciar otro día, con una visión noble y positiva.
Para endurecer el corazón solo es necesario tomar la primera decisión optando por tratar de NO sufrir nunca… decretando algo así como: “A mí no me vuelve a suceder esto” todo lo demás evoluciona despacito. La vida va sucediendo, pasan cosas, que marcan y que duelen. También uno se puede equivocar al actuar y le es difícil aceptarlo. O simplemente no se sabe cómo reaccionar, y listo el corazón se comienza a endurecer, sin pensar poco a poco se dejó de sentir y de hacer el bien.
A partir de este momento cada vez que algo malo, doloroso o incómodo sucede el corazón se endurece más, siente menos y pide menos explicaciones. Ahora, la persona misma elige dejar de hacer y pensar en un tono positivo, no queda posibilidad para hacer actos de caridad, ni de bondad, se olvidan las buenas intenciones, tampoco hay sensibilidad o empatía por los demás. Todo lo que sucede, se ve desde una perspectiva fría.
Al corazón de pierda, no le gusta escuchar ideas que puedan crear conflicto o dudas. No quiere explicaciones, ni justificaciones. Tristemente esta persona no requiere de nada para cambiar su sentir. Su corazón se convirtió en una piedra dura, impenetrable y vive en un mundo oscuro, inflexible y aislado de la objetividad.
En realidad el camino duro y frío que eligió vivir, hace la avenida donde camina y esa es la dirección que su vida toma. Una persona que tiene corazón de piedra, difícilmente puede ver lo bueno, lo bonito o entender el dolor de los demás, ni siquiera importa si se trata de gente querida.
Entonces si se tiene un corazón de piedra, significa: decido nunca volver a sentir, ni a tener la posibilidad de suavizar sus juicios y sus acciones ¿se podría, entonces suavizar este corazón?
Un corazón de piedra tiene la posibilidad de volver a sentir y tiene el poder de cambiar, de aligerarse, y de ser feliz. Solo necesita soltar la piedra impenetrable que carga. Sentir la fragilidad, aprender a vivir con inesperados, con amor, bondad y también con dolor y pena.
5 ingredientes importantes cuando uno vive con una persona que tiene corazón de piedra:
1. Aceptación – reconocer que la persona ha decidió dejar de sentir
2. Compasión – sensibilidad por el dolor que viven y que guardan
3. Decisión – tener conciencia de la dureza y evitar que se contagie
4. Buen ojo – dar el beneficio del buen juicio, aprender la lección que dan
5. Límites – no caer en su juego ni en su maltrato
Reconoce que una persona con corazón de piedra no siente y no sufre por ti, no tomes personal su comportamiento, son ellos los que esconden y evitan la conexión con la realidad.
Como vivir con un corazón de piedra
- Proteger el corazón propio es la mejor elección. Uno no puede pedir que otros entiendan o sientan el daño que hacen. Tampoco se tiene que sufrir porque el corazón de piedra solo sabe lastimar. Hay que cuidarse, poner límites y no presuponer que él puede entender.
- La mala vibra se contagia fácilmente. Cuando un corazón de piedra lastima hay que tener doble fuerza de voluntad para entender que no es personal nada de lo que hace, y además, uno no debe de actuar igual, porque fácilmente se puede llegar a ser igual.
- Recordar que hay bondad, compasión y amor a pesar de que malas cosas suceden. La vida es compleja y así como trae cosas buenas también existen cosas malas, reconocer su existencia y la diferencia hace que lo bueno se compense con la malo y que se pueda vivir en paz.
Todos tenemos la posibilidad de lastimar y de hacer reconocer que podemos ser amables y sensibles con los demás, siempre tenemos esa elección.