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¿Qué son las tachas y cómo afectan el sistema nervioso?

¿Qué son las tachas y cómo afectan el sistema nervioso?

En los últimos años, el consumo de drogas sintéticas ha ido en aumento, sobre todo entre los jóvenes. Entre ellas, una de las más conocidas es el éxtasis, popularmente llamado tacha o “tachas”. Esta sustancia, cuyo nombre químico es MDMA (3,4-metilendioximetanfetamina), es famosa por sus efectos estimulantes y alucinógenos, que la convierten en una droga muy presente en contextos de fiestas, festivales y ambientes nocturnos.

Aunque muchas personas la consumen pensando que solo se trata de una “droga recreativa”, la realidad es que las tachas tienen efectos directos y muy potentes en el sistema nervioso central, capaces de alterar el cerebro tanto a corto como a largo plazo.

En este artículo explicaremos qué son las tachas, cuáles son sus efectos inmediatos y prolongados en el organismo, los riesgos asociados a su consumo y cómo los programas de tratamiento en centros especializados como Oceánica ayudan a quienes enfrentan problemas de adicción.

 

¿Qué son las tachas?

Las tachas son la forma callejera de referirse al éxtasis o MDMA, una droga sintética desarrollada a principios del siglo XX y popularizada a partir de los años 80 en la escena electrónica. Generalmente se presenta en tabletas de colores, cápsulas o polvo cristalizado, y suele ingerirse por vía oral, aunque también puede inhalarse.

La MDMA combina propiedades de las anfetaminas (estimulantes) y de los alucinógenos, lo que explica sus efectos tan particulares: aumenta la energía, la sensación de euforia y el deseo de socializar, al mismo tiempo que provoca alteraciones en la percepción sensorial.

Una de las características más preocupantes de las tachas es que, en el mercado ilegal, rara vez contienen únicamente MDMA. Muchas veces están mezcladas con otras sustancias como cafeína, metanfetaminas, ketamina o incluso opioides, lo que incrementa sus riesgos para la salud.

 

Efectos inmediatos de las tachas en el sistema nervioso

El sistema nervioso central es el principal afectado por el consumo de tachas. Al ingresar al organismo, el MDMA estimula la liberación masiva de serotonina, dopamina y noradrenalina, neurotransmisores clave en el estado de ánimo, la energía y las emociones.

Entre los efectos inmediatos más comunes están:

  • Euforia intensa y aumento de la sensación de bienestar.
  • Mayor energía y resistencia física, lo que explica su uso en fiestas y raves.
  • Aumento de la empatía y la conexión emocional con otras personas.
  • Alteraciones en la percepción sensorial, como mayor sensibilidad a la música, luces o al tacto.
  • Disminución del miedo y de la ansiedad social, lo que hace que los usuarios se sientan más seguros de sí mismos.

Sin embargo, estos efectos vienen acompañados de riesgos:

  • Aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, que pueden generar complicaciones cardiovasculares.
  • Deshidratación severa debido al esfuerzo físico prolongado y a la sudoración excesiva.
  • Bruxismo (rechinar de dientes) y tensión mandibular.
  • Ansiedad, paranoia o confusión mental después de que el efecto inicial desaparece.

 

Consecuencias a corto plazo

Después de la euforia inicial, el cuerpo experimenta lo que se conoce como “bajón”. Este estado aparece cuando la serotonina liberada se agota y el cerebro queda temporalmente sin reservas.

Algunas consecuencias frecuentes son:

  • Depresión temporal y apatía.
  • Cansancio extremo e insomnio.
  • Irritabilidad y ansiedad.
  • Dificultad para concentrarse o recordar cosas recientes.

El “bajón” es lo que provoca que muchas personas vuelvan a consumir, aumentando el riesgo de dependencia psicológica.

 

Daños a largo plazo de las tachas en el sistema nervioso

Aunque algunos piensen que el éxtasis es menos dañino que otras drogas, la realidad es que su consumo repetido puede tener consecuencias graves en el cerebro y el sistema nervioso.

  1. Daño en las neuronas productoras de serotonina

El uso frecuente de tachas daña las terminaciones nerviosas que producen serotonina, lo que provoca alteraciones emocionales y cognitivas permanentes. Esto puede derivar en:

  • Depresión crónica.
  • Trastornos de ansiedad.
  • Problemas de memoria y aprendizaje.
  1. Mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas

Estudios han demostrado que el consumo prolongado de MDMA aumenta la vulnerabilidad a enfermedades como el Parkinson o la demencia, debido a la pérdida de neuronas y al deterioro del sistema nervioso central.

  1. Cambios en el comportamiento y la personalidad

Las personas que consumen tachas con frecuencia suelen experimentar:

  • Irritabilidad y agresividad.
  • Aislamiento social cuando no consumen la droga.
  • Pérdida de motivación y proyectos personales.
  1. Riesgos físicos graves

Además del daño neurológico, el consumo crónico puede causar:

  • Insuficiencia hepática y renal.
  • Trastornos cardiovasculares.
  • Problemas en la regulación de la temperatura corporal, que pueden llegar a ser mortales.

 

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¿Por qué las tachas generan adicción?

El consumo de tachas suele comenzar en contextos de fiesta, pero puede convertirse en un hábito adictivo. Esto ocurre porque:

  • La liberación de dopamina y serotonina crea una sensación de bienestar difícil de replicar de manera natural.
  • El cerebro comienza a depender de la droga para experimentar placer.
  • El síndrome de abstinencia genera síntomas como depresión, ansiedad y falta de energía, lo que lleva a consumir nuevamente.

Aunque la adicción al éxtasis no siempre es tan inmediata como con drogas como el crack o la heroína, los daños neurológicos y psicológicos lo convierten en una sustancia altamente peligrosa.

 

Señales de consumo problemático de tachas

Algunas señales que pueden indicar un consumo problemático son:

  • Necesidad de consumir cada vez con más frecuencia.
  • Cambios de humor extremos entre periodos de euforia y depresión.
  • Problemas de memoria y dificultad para concentrarse.
  • Alteraciones del sueño.
  • Descuidar responsabilidades escolares, laborales o familiares.

 

Tratamiento para la adicción a las tachas

Superar la adicción a las tachas requiere un enfoque especializado, ya que los efectos en el sistema nervioso necesitan atención médica y psicológica.

En Oceánica, los programas de tratamiento están diseñados para abordar tanto la desintoxicación física como el acompañamiento emocional y social. Algunos de los componentes clave son:

  • Atención médica profesional para estabilizar al paciente y manejar los efectos de abstinencia.
  • Terapias individuales y grupales enfocadas en reconstruir la autoestima y prevenir recaídas.
  • Apoyo familiar para fortalecer el entorno de recuperación.
  • Rehabilitación integral, que incluye actividades terapéuticas y programas de reintegración social.

Gracias a este enfoque, los pacientes logran recuperar no solo su salud, sino también sus relaciones y proyectos de vida.

 

La importancia de la prevención

Aunque el tratamiento es posible, la mejor estrategia sigue siendo la prevención. Educar a los jóvenes sobre los riesgos reales de las tachas, promover alternativas de ocio saludable y fomentar la comunicación en familia son herramientas clave para evitar el inicio en el consumo.

 

Las tachas o éxtasis no son una droga “inofensiva”. Aunque en un principio puedan parecer una opción recreativa, su impacto en el sistema nervioso es profundo y puede dejar secuelas irreversibles en el cerebro y en la salud general.

Los efectos inmediatos de euforia y energía se convierten con el tiempo en problemas emocionales, cognitivos y físicos, que afectan la vida entera de la persona.

Buscar ayuda en centros especializados como Oceánica es un paso fundamental para quienes ya enfrentan una dependencia, ya que brinda un acompañamiento integral y profesional para iniciar un verdadero proceso de recuperación.

El camino hacia una vida libre de drogas comienza con la información, la prevención y la decisión de pedir ayuda a tiempo.

Doctor Carlos
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