En principio se trata de amor, después de un amor más allá de todo, después un amor enfermizo, para finalmente aceptar que algo no está bien y eventualmente entender que se trata de codependencia. Una condición no tan conocida pero ciertamente real y que afecta a más personas de las que creemos. Hablemos de las Parejas codependientes: El amor mal entendido.
Una relación es codependiente cuando una de las partes (o inclusive las dos) se diluye en el otro, entregándose y dejando atrás sus ideas, valores, proyectos, intereses y básicamente perdiendo su individualidad para estar a disposición de la otra.
Una persona codependiente con frecuencia confunde el amor con la dependencia. El temor a perder a la persona “amada”, ser abandonado o dejar de estar a su lado, hacen que una relación amorosa poco a poco se vuelva en una adicción, es decir una relación enfermiza.
Origen de las Parejas Codependientes
La codependencia tiene su origen en el apego, que es la afición, adicción o inclinación, posesividad hacia algo o alguien. Esto a la larga causa sufrimiento pues esclaviza a quien lo padece y le impide ver la realidad, entender que el mundo no se acaba sin cierta persona.
La realidad es que no hay apegos grandes o pequeños, todos son igualmente negativos. El gran peligro de vivir apegado a alguien es perder la propia valía, aguantar lo que sea con tal de no enfrentar la vida sin el otro, inclusive humillaciones, ignorar la señales de que la relación ya no es saludable y lo peor, vivir infeliz creyendo que se es feliz.
Para comenzar un proceso de sanación es importante, como en toda adicción, empezar por aceptar la existencia de un problema, después entender que detrás del apego no hay nada más que miedo (muchas veces un miedo infundado) miedo a enfrentar el mundo sin una pareja, miedo a sentirse solo, miedo a no poder valerse por si mismo.
- Al tener claro el origen del miedo, se puede también proceder a remediarlo.
Es importante entender la diferencia entre una relación sana y una relación codependiente. En el caso de las primeras, se asume la responsabilidad de la individualidad, sus propias acciones, los altibajos que toda relación atraviesa y sobre todo se entiende que la felicidad no depende de la pareja, sino de uno mismo. Debe haber libertad e independencia en lugar de temor.
¿Qué hacer si se sospecha que alguien de nuestra familia o amigos cercanos se encuentra en lo que parece ser una relación de codependencia? A continuación detallamos algunos síntomas detectables:
Niveles alterados de autoestima
Esto significa que su valoración de si mismo está alterada y cae en alguno de los dos extremos: Puede ser una autoestima sobrevalorada o muy baja. En el primer caso tratando de ejercer control constante sobre el otro, exigiendo ser amado y valorado a través de la agresividad. O en el segundo caso mediante chantajes y victimización.
Dificultad para establecer límites
Nuevamente se puede estar en ambos extremos, permitiendo que las demás personas lo invadan y transgredan su intimidad o por el contrario que se cierre y nadie pueda acercarse para establecer otra relación.
Visión distorsionada de la realidad
Las parejas codependientes pueden tener cambios bruscos de comportamiento, variaciones inesperadas en sus emociones y sobre todo la necesidad de imponer su realidad a los demás, generalmente de maneras agresivas.
Confusión en lo que a deseos y necesidades se trata.
La persona que padece esta condición puede tender a satisfacer las necesidades de los otros antes que las suyas, sin embargo también es egoísta y reserva lo mejor para sí mismo. Es frecuente que confunda sus necesidades con sus deseos y por lo mismo su salud física y su aspecto se descuiden.
Síntomas diversos
Aparte de lo ya mencionado se pueden mencionar el deterioro de relaciones personales sanas con amigos o familiares, querer ejercer un control negativo sobre los demás, rencor, adicciones, ataques de ansiedad, dificultad para tener intimidad, espiritualidad deteriorada, entre otras.
Si alguien se encuentra en medio de una relación de codependencia, lo primero es reconocerlo y buscar la ayuda profesional correspondiente. Se debe entender que no existe una pareja que viva día a día una relación perfecta y que dejar de depender no significa dejar de preocuparse por el otro o dejar de sentir un gran amor por la otra persona.
Se trata de aprender a vivir un amor en libertad, no esclavizante, sin miedo ni angustias. Por supuesto que la persona amada es muy importante, pero no es lo único por lo que la vida vale la pena.
Dejar de querer controlar la vida ajena es el primer paso. Conocerse y aceptarse a sí mismo es un primer gran paso, a partir de ahí hay un largo camino que recorrer, pero no es imposible llegar a disfrutar de una vida rodeada de amor, tranquilidad y libertad.
En Oceánica no sólo atendemos adicciones a sustancias, también tratamos a personas codependientes que han pasado por momentos muy difíciles viviendo el día a día de esta desgastante condición. Nuestro equipo altamente calificado, profesionales respetuosos y con altos estándares éticos están listos para ayudar a los pacientes a superar la codependencia para que puedan reintegrarse a la sociedad más fuertes, seguros de si mismos y sin miedos que los aten.
El trabajo debe empezar por sí mismo, sin embargo en Oceánica tenemos toda la infraestructura para apoyar en la rehabilitación de las parejas codependientes. Si necesitas ayuda contáctanos haciendo clic aquí o llamando al 55 8854 7141 con gusto te atenderemos.