Queremos exponerles algunos síntomas que les revelarán si padecen o no de ansiedad. Sin duda les será de mucha utilidad para responder a la pregunta de ¿Cómo saber si lo que tengo es ansiedad?Recuerden que si requieren el respaldo de profesionales en ansiedad tratamiento somos los más indicados.
Todo el mundo se pone nervioso o ansioso de vez en cuando, por ejemplo cuando se habla en público, o cuando se atraviesan dificultades financieras. Para algunas personas, sin embargo, la esta condición llega a ser tan frecuente, o tan fuerte, que comienza a representar un verdadero problema en sus vidas. Ahora bien, ¿cómo identificar si su ansiedad ha cruzado la línea de lo normal? No es fácil.
Este trastorno viene en muchas formas diferentes -como ataques de pánico, fobia y ansiedad social- por lo que la distinción entre un diagnóstico oficial y la ansiedad “normal” no siempre es clara. Sin embargo, si usted experimenta cualquiera de los siguientes síntomas sobre una base regular, les recomendamos acudir con especialistas como los que laboran en Oceánica.
1. Preocupación excesiva.
El sello distintivo del TAG (trastorno de ansiedad generalizada) es la preocupación excesiva por las cosas cotidianas, ya sea grandes o pequeñas. Pero, ¿qué quiere decir “excesivo”?
En el caso del TAG, significa tener pensamientos persistentes causantes de ansiedad en casi todos los días de la semana, durante un intervalo de seis meses. Además, la ansiedad llega a ser tan mala que interfiere con la vida cotidiana y está acompañada de síntomas notables, como lo es la fatiga.
La distinción entre un trastorno de ansiedad y la ansiedad normal estriba en si los pensamientos implicados están causando mucho sufrimiento así como disfunción.
2. Problemas para dormir.
Los problemas para conciliar el sueño o para quedarse dormido están asociados con una amplia gama de condiciones de salud, tanto físicas como psicológicas. Y, por supuesto, no es inusual lanzar y girar con anticipación en la noche antes de un gran discurso o entrevista de trabajo.
Pero si te encuentras crónicamente despierto, preocupado o agitado, sobre problemas específicos (como el dinero) o nada en particular, podría ser un signo de trastorno de ansiedad. Según algunas estimaciones, la mitad de las personas con TAG sufren a causa de problemas de sueño.
3. Miedos irracionales.
Cierta ansiedad no está generalizada en absoluto, por el contrario, está unida a una situación o cosa concreta, como volar en aviones, estar entre animales o multitudes, etcétera.
Si el miedo se vuelve abrumador, perjudicial y desproporcionado con el riesgo real involucrado, se trata de un signo revelador de fobia, a saber, un tipo de trastorno de ansiedad.
Aunque las fobias pueden ser incapacitantes, no son obvias en todo momento. De hecho, no surgen sino hasta que se enfrente una situación específica y se descubran los afectados incapaces de superar el miedo.
4. Tensión muscular.
La tensión constante de los músculos, ya sea apretar la mandíbula, los puños o flexionar los músculos de todo el cuerpo, suele acompañar a los trastornos de ansiedad.
Este síntoma puede ser tan persistente y penetrante que las personas que han vivido con él durante mucho tiempo pueden dejar de notarlo hasta acostumbrarse a él.
El ejercicio regular puede ayudar a mantener la tensión muscular bajo control, pero la tensión puede aumentar si una lesión u otro evento imprevisto interrumpen los hábitos de entrenamiento de una persona.
5. Indigestión crónica.
La ansiedad puede comenzar en la mente, pero a menudo se manifiesta en el cuerpo a través de síntomas físicos, como problemas digestivos crónicos. El síndrome del intestino irritable, es una condición caracterizada por dolores de estómago, calambres, distensión abdominal, gases, estreñimiento y / o diarrea; es básicamente una ansiedad en el tracto digestivo.
Dicho síndrome no siempre está relacionado con la ansiedad, pero los dos a menudo ocurren juntos y pueden empeorarse mutuamente. El intestino es muy sensible al estrés psicológico y viceversa, asimismo, la incomodidad física y social de los problemas digestivos crónicos puede hacer que una persona se sienta más ansiosa.
6. Miedo escénico.
La mayoría de la gente siente algo de nervios antes de dirigirse a un grupo de personas o al volverse en el centro de atención.
Pero si el miedo es tan fuerte que ninguna cantidad de entrenamiento o práctica lo alivia, o si los afectados pasan mucho tiempo pensando y preocupándose por ello, puede presentarse una forma de trastorno de ansiedad social (también conocida como fobia social).
Las personas con ansiedad social tienden a preocuparse por días o semanas ante un evento o situación en particular.
7. Ansiedad ante situaciones cotidianas mínimas.
El trastorno de ansiedad social no siempre implica hablar a una multitud o ser el centro de atención.
En la mayoría de los casos, la ansiedad es provocada por situaciones cotidianas, como realizar una conversación individual en una fiesta, o comer y beber frente a un pequeño número de personas.
En estas situaciones, las personas con trastorno de ansiedad social tienden a sentir que todos los ojos están sobre ellos, y a menudo experimentan rubor, temblores, náuseas, sudoración profusa y dificultad para hablar.
Estos síntomas pueden ser tan perjudiciales que hacen que sea difícil conocer nuevas personas, mantener relaciones duraderas y avanzar en el trabajo o en la escuela.
Si experimentan algunos de estos síntomas, les sugerimos atenderse en nuestra clínica y recibir nuestros servicios en ansiedad tratamiento.
Si necesitas ayuda contáctanos haciendo clic aquí o llamando al 55 8854 7141 con gusto te atenderemos.