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El consumo de drogas es un medio para evadir la realidad

¿El consumo de drogas es un medio para evadir la realidad?

 

Aunque existen diversas motivaciones para su uso, una de las más comunes es el deseo de evadir la realidad. Esta necesidad de escape generalmente está relacionada con la búsqueda de alivio, ante situaciones de estrés, angustia, emociones intensas, traumas no resueltos o simplemente por la insatisfacción con su vida. En este sentido, el consumo de sustancias actúa como una estrategia de evasión: al alterar temporalmente la percepción de la realidad, así mismo proporciona sensaciones de euforia, bienestar, estado de relajación,  tranquilidad o desconexión emocional,  por lo que muchos buscan un refugio en sus efectos. 

Pero, ¿Porque se recurre a este mecanismo? Y, lo más importante, ¿Es realmente útil?

Existen muchas razones por las que las personas recurren a la evasión. A continuación,  te compartimos algunas de las más comunes:

1. Miedo al dolor o la vulnerabilidad. El dolor emocional, en sus diversas formas, es uno de los factores que más contribuye al consumo de sustancias. Sin embargo, es importante entender que el dolor en sí mismo no es necesariamente algo negativo; más bien, es una señal que nuestro cuerpo y mente nos envían para que enfrentemos ciertas experiencias, conflictos o necesidades no resueltas. Pero cuando el dolor se vuelve insoportable o cuando las personas no cuentan con las herramientas adecuadas para manejarlo, pueden optar por estrategias de evasión como el consumo de sustancias.

2. Incapacidad para manejar el estrés. En situaciones de estrés, la mente puede sentirse abrumada, y la evasión se convierte en un mecanismo de defensa. Las personas que no han desarrollado herramientas saludables para gestionar el estrés pueden recurrir al consumo de sustancias como una forma de “desconectarse” para manejar la sobrecarga emocional.

3. Falta de confianza o inseguridad. Las personas que no confían en sus habilidades a menudo sienten que no pueden manejar las exigencias de la vida y, como resultado, recurren al consumo de sustancias para adormecer su ansiedad o sus pensamientos autocríticos. El miedo al fracaso puede convertirse en un obstáculo paralizante, en especial, puede generar un ciclo en el que las personas evitan enfrentar los desafíos o las decisiones importantes, prefiriendo ignorar los problemas o buscar formas rápidas de escapar de la ansiedad y la inseguridad que sienten. 

4. Falta de control. Cuando no se tiene el control sobre las situaciones, la evasión puede dar una sensación temporal de control. Porque momentáneamente te alejas de la fuente del dolor o de lo que no podemos cambiar, por lo tanto, experimentamos un alivio momentáneo, pero esto refuerza la sensación de impotencia a largo plazo.

5. Reacciones a experiencias traumáticas. El haber vivido experiencias traumáticas (abuso, violencia, accidentes, pérdidas importantes) pueden generar la necesidad de buscar formas de evadir los recuerdos, los pensamientos o las emociones relacionadas con esos eventos para evitar el dolor. 

6. No saber cómo afrontarlo. A veces, el dolor o la incomodidad provienen de una situación compleja, y no tenemos las herramientas necesarias para resolverla. Esto nos lleva a postergar la acción, ya que enfrentarse a lo desconocido nos genera aún más ansiedad.

7. Miedo al conflicto o confrontación. Muchos pueden evitar discutir temas delicados con los seres queridos o colegas por el miedo a que surja un conflicto. Ya sea una diferencia de opinión o un malentendido, la idea de que las cosas puedan empeorar nos empuja a evadir la conversación.

Ejemplo: Los adolescentes tímidos experimentan ansiedad en situaciones sociales. Las sustancias, como el alcohol o la marihuana, pueden parecer una solución para relajarse y sentirse más cómodos en estos entornos. El alcohol,  puede reducir la inhibición y darles una sensación de “desinhibición”, lo que les permite interactuar sin sentirse tan ansiosos o cohibidos. Este efecto es parte del atractivo que tienen las drogas, aún para los adolescentes que tienen confianza en sí mismos.

Esta “solución temporal” se convierte en un ciclo en el que la persona consume más drogas para evitar el sufrimiento, pero el malestar sigue acumulándose con el tiempo, creando una espiral de dependencia. 

A continuación mencionamos algunas consecuencias tanto a nivel físico como emocional, que pueden tener al continuar con este patrón conductual. 

  • Dependencia y adicción: El uso recurrente de sustancias puede llevar a la dependencia, lo que crea un ciclo difícil de romper, afectando gravemente la calidad de vida.
  • Daños físicos:Puede causar problemas de salud a largo plazo, como enfermedades hepáticas, daño cerebral, trastornos cardiovasculares, entre otros.
  • Aislamiento social: Puede haber distanciamiento de los familiares y amigos, lo que genera un sentimiento de soledad y desconexión.
  • Problemas emocionales y mentales: A pesar de ofrecer un escape temporal, las sustancias pueden empeorar problemas como la ansiedad, depresión y otros trastornos mentales, intensificando el sufrimiento emocional.
  • Deterioro de la capacidad de juicio: El consumo frecuente puede afectar la toma de decisiones, llevando a comportamientos impulsivos o conductas de riesgo.
  • Impacto en la vida profesional y personal: El consumo excesivo puede interferir con el rendimiento laboral, las relaciones personales y la estabilidad financiera, creando un círculo vicioso de dificultades.

Por lo tanto, la verdadera solución radica en aprender a enfrentar la realidad, a gestionar las emociones y a buscar apoyo cuando sea necesario. Un profesional de la salud podrá ayudarte a explorar las razones profundas que motivan tu deseo de escapar, así mismo a entender el origen de tus sentimientos lo que te permitirá abordarlos de una manera más efectiva. 

Animarte a romper el ciclo de la evasión, no es fácil, pero es un paso importante hacia una vida más sana y plena. Dar el primer paso puede marcar una gran diferencia en tu bienestar. Hoy puedes empezar a superar la necesidad de evadir el dolor a través de sustancias y comenzar a enfrentar la vida con mayor fortaleza y claridad. El camino hacia la recuperación es posible.

En Oceánica entendemos muy bien el significado de tu consumo y podemos apoyarte en la sana resolución de detonadores emocionales que te pongan en riesgo. Somos un equipo de profesionales listos para acompañarte hacia un estilo de vida saludable a través del aprendizaje y la vivencia misma de estrategias sanas de afrontamiento. 

Ter. Vianca Barraza 

dr oceanica
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