tratamiento depresión

Cosas que NO debes decirle a un adolescente que está deprimido

Cosas que NO debes decirle a un adolescente que está deprimido

 

Hablar con un adolescente que atraviesa una depresión no siempre es fácil. Aunque tengamos la mejor intención del mundo, muchas veces las palabras que usamos pueden tener el efecto contrario al que buscamos en su salud mental. En lugar de ayudar, pueden herir o hacer que el joven se cierre aún más.

Entender lo que no se debe decir a un adolescente con depresión es tan importante como saber qué sí decir. Este artículo es una guía para padres, amigos, docentes o cualquier adulto que esté cerca de un joven en una etapa complicada de su salud mental.

  1. “Todo está en tu cabeza”

Esta frase puede parecer inofensiva o incluso lógica, pero es profundamente invalidante. Sí, la depresión afecta la mente, pero no es una simple “idea” o “invención”. Es una enfermedad real, reconocida por la Organización Mundial de la Salud, y requiere tratamiento, comprensión y acompañamiento.

Decir esto puede hacer que el adolescente se sienta incomprendido o juzgado, lo cual agrava su aislamiento. En lugar de esto, podrías decir: “Sé que esto no es fácil. Estoy aquí para apoyarte en lo que necesites.”

  1. “Hay personas que están peor que tú”

Comparar el dolor de un adolescente con el de otras personas es una de las formas más rápidas de hacer que se sienta invisible. Cada persona vive su realidad de manera única, y minimizar lo que siente solo lo hace sentirse culpable por estar mal.

Una mejor alternativa sería: “No necesitas justificar lo que sientes. Lo que estás pasando es importante y cuenta.”

  1. “Es solo una etapa, ya se te pasará”

La adolescencia es una época de muchos cambios, sí, pero eso no significa que toda dificultad emocional sea “normal” o pasajera. La depresión en adolescentes puede tener consecuencias serias si no se trata a tiempo.

En vez de minimizarlo, podemos validar lo que siente: “No sé exactamente cómo te sientes, pero quiero ayudarte a encontrar la manera de sentirte mejor.”

  1. “Tienes todo para ser feliz”

Esto puede parecer una frase motivacional, pero termina siendo una forma sutil de reproche. El mensaje que recibe el adolescente es: “Si no eres feliz, es culpa tuya.”

En lugar de enfocarte en lo que “debería” sentir, intenta reconocer lo que está sintiendo: “Sé que desde afuera parece que todo está bien, pero si tú no lo sientes así, eso es lo que importa.”

  1. “Tienes que ser fuerte”

La idea de fuerza muchas veces se malinterpreta como no mostrar debilidad. Pero sentir tristeza, frustración o ansiedad no es debilidad. De hecho, pedir ayuda es uno de los actos más valientes que puede hacer un adolescente.

Podrías reemplazar esa frase por algo como: “Está bien sentirse mal. No tienes que hacerlo solo.”

  1. “Lo haces para llamar la atención”

Nada podría ser más perjudicial que asumir que un adolescente con síntomas de depresión está “actuando”. Muchas veces, el pedir ayuda puede ser tan sutil como un cambio en el comportamiento o en los hábitos. Desestimar esos signos puede tener consecuencias graves.

Escucha, observa y acompaña, sin juicio: “He notado que no estás igual últimamente. ¿Te gustaría hablar de eso?”

 

¿Qué puedes hacer en su lugar?

El primer paso es escuchar activamente. No necesitas tener todas las respuestas, pero sí estar disponible sin juicios ni prisa por “arreglar” la situación. Los adolescentes valoran más de lo que imaginamos cuando un adulto les presta atención sincera.

También es fundamental buscar ayuda profesional. Psicólogos, terapeutas y centros especializados pueden marcar la diferencia. A veces, una intervención oportuna cambia el rumbo de toda una vida.

Un ejemplo de esto es Oceánica en México, un centro de tratamiento con amplia experiencia en salud mental y emocional. Su enfoque integral y profesional ha sido clave para muchas familias que no sabían por dónde empezar. Acudir a un lugar así no significa que algo está “mal sin remedio”, al contrario: es un acto de responsabilidad, amor y esperanza.

¿Cuándo preocuparse?

Algunos signos de alerta que no deben pasarse por alto son:

  • Cambios drásticos en el sueño o el apetito
  • Aislamiento social
  • Bajo rendimiento escolar
  • Irritabilidad extrema o llanto frecuente
  • Pensamientos o comentarios relacionados con la muerte

Si notas varios de estos síntomas, no dudes en actuar. Buscar apoyo no es exagerar, es prevenir, cuidar y dar valor a lo que el adolescente está sintiendo.

 

Hablar con un adolescente que está deprimido requiere más corazón que discurso. No se trata de decir las “palabras perfectas”, sino de estar presentes, de crear un espacio seguro donde se sienta escuchado y comprendido.

Evitar frases que minimicen su dolor, que lo culpabilicen o lo invaliden, es un gran primer paso. Y cuando sientas que no puedes hacerlo solo, recuerda que hay lugares como Oceánica en México, donde puedes encontrar la orientación y el acompañamiento que necesitas.

Porque hablar de salud mental es también hablar de amor, cuidado y futuro.

Doctor Carlos
Buscar artículo por categoría

Elige el medio de contacto

Elige el medio de contacto