Alimentos Naturales vs Alimentos Refinados

 

Los nutrientes que nos aportan los alimentos al ingerirlos, proteína, carbohidratos, lípidos, fibra, vitaminas y minerales, tienen un sinfín de funciones en nuestro cuerpo. Aparte de otórgarnos energía, sus principales actividades se centran en ayudar a reforzar y fortalecer los huesos y músculos, sanar heridas, reforzar tu sistema inmunológico, retrasar el envejecimiento, mantener tu piel y cabello saludables, entre muchas otras. Pero, ¿Qué pasa cuando estos nutrientes son eliminados por el proceso de refinación en los alimentos procesados?

Los alimentos naturales, como los granos, semillas, frutos secos, frutas, verduras, pan, pasta y cereales integrales son magníficos e inigualables. Nos proporcionan más nutrientes y son más benéficos para nuestro organismo que cualquier comida blanca procesada como la harina, el arroz y el azúcar. Por ejemplo, si pones arroz integral en el agua, le salen brotes, mientras que no ocurre lo mismo con el arroz blanco. Esto demuestra que los granos integrales están ‘vivos’ y sólo ellos nos pueden dar vitalidad.

Los alimentos naturales pueden dividirse en dos categorías: naturales, sin procesar, integrales (fruta, verdura, frutos secos, semillas, granos como la cebada, avena, mijo, quínoa, amaranto, maíz y arroz integral) y productos hechos de ingredientes naturales (galletas de avena, pasta integral, pan integral, aceites y jugos). Aunque estos productos son mucho mejores para nosotros que los alimentos procesados convencionales (harina blanca, azúcar, pasta blanca, pan, cereales con azúcar, dulces, aceites hidrogenados y margarinas) deberían ser consumidos en moderación y no deberían formar la mayor parte de nuestra dieta. La comida se debe consumir lo más cercano posible a su estado natural.

Cuando la comida ha sido refinada, se pierden nutrientes y ningún tipo de enriquecimiento puede devolverle todos sus beneficios. Cuando la comida es entera, con todas sus partes naturales (vitaminas, minerales, grasa, fibra, proteína y carbohidratos) en su proporción original, se asegura una efectividad óptima. Lo que la industria alimenticia hace es quitar ciertos ingredientes de nuestros alimentos naturales. Por ejemplo, durante el proceso de refinamiento de aceites – hecho para extender su caducidad – se sustrae selenio (importante para transportar oxígeno a través de la sangre y ayudar a digerir grasas), omega 3 y vitamina E, despojándonos de lo que la perfecta madre naturaleza nos ha proporcionado.

Los granos integrales además son más baratos que los productos refinados. Los paquetes de arroz integral, quínoa, mijo, centeno y avena pueden durar mucho y aportarte muchos más nutrientes que cualquier cereal enriquecido o pasta. Realmente merece la pena querer introducir alimentos naturales y nutritivos en vuestra vida diaria. El sistema digestivo humano, cuando es bombardeado con alimentos grasos procesados, no extrae suficientes nutrientes. El cuerpo está hambriento de nutrientes continuamente, causando apetito y alimentación compulsiva. Así que tiene sentido comer alimentos que se acerquen todo lo posible a su estado natural. Cuando empieces a comer más de ellos, notaras un verdadero cambio.

La naturaleza es perfecta… haz uso de ella.

 

Bibliografía

Los alimentos procesados – www.cisan.org.ar

El gran tema en nutrición y salud pública es el ultra-procesamiento de los alimentos

– Carlos Monteiro y Geoffrey Cannon

 

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