Anteriormente en este blog hemos hablado de tratamiento de la ansiedad y de cómo se puede apoyar a una persona que tiene este tipo de trastorno psicológico.
En esta ocasión hablaremos de diferentes aspectos del trastorno por los que puede atravesar una persona que padece ansiedad y del papel que tiene la terapia psicológica como tratamiento de la ansiedad para la recuperación de la salud y para reducir el impacto negativo que tiene sobre la calidad de vida.
Para comenzar es importante aclarar que en el día a día nos vemos expuestos a una serie de estímulos que pueden ocasionarnos ansiedad y estrés y es algo completamente normal que puede trabajarse mediante técnicas sencillas de autocontrol, respiración y concentración.
Sin embargo, cuando estos estímulos producen reacciones desproporcionadas que interfieren con las actividades diarias de una persona impidiéndole llevar una vida normal y ocasionándole malestares múltiples se dice que tiene un problema de ansiedad que debe ser diagnosticado y tratado por un especialista.
La Ansiedad toma diferentes formas
La ansiedad puede tomar diferentes formas y a partir de los síntomas que se presentan y el tipo de conductas que desencadenan se identifican distintos tipos de trastornos de ansiedad.
Por un lado se encuentra el trastorno de ansiedad generalizada, que produce preocupaciones o miedos recurrentes y una sensación constante o permanente de que algo negativo está a punto de suceder.
Estos temores pueden dificultar la concentración en tareas cotidianas y provocar reacciones físicas que dificulten la respiración y el habla, por mencionar algunos ejemplos, o que modifiquen hábitos de sueño y alimenticios, y la dificultad de controlarla radica en que la causa que origina esa ansiedad no se pueden identificar con facilidad.
El trastorno de pánico también es un tipo de ansiedad. Este trastorno se caracteriza por la presencia de sentimientos intensos, repentinos y sin motivo aparente de terror y pavor.
El pánico ocasiona malestares a nivel físico pero también ocasiona que la persona que lo presenta limite sus actividades pues vive con un constante temor sobre el momento en que se producirá el siguiente ataque de pánico.
La aparición de fobias y miedos intensos también se relaciona con la ansiedad y aunque en ocasiones no se les da mucha importancia es necesario que se traten por un especialista, sobre todo cuando impiden que la persona lleve una vida normal.
Trastorno obsesivo-compulsivo
El trastorno obsesivo-compulsivo es otro de los padecimientos asociados con la ansiedad y como su nombre lo indica, quien lo padece tiene obsesiones, es decir, pensamientos incontrolables, no deseados y persistentes que lo llevan a realizar rituales o rutinas, llamadas compulsiones, para liberarse de la ansiedad producida por tales pensamientos.
La ansiedad se presenta también en otros episodios, por ejemplo, en los trastornos de estrés postraumático, ocasionando síntomas como temor extremo, taquicardia, falta de aire, opresión en el pecho, temblores, mareos, náuseas, insomnio y alteraciones en la dieta, como supresión del apetito o bien un aumento en la ingesta de comida.
Los trastornos de ansiedad y los que se encuentran relacionados con él pueden desarrollarse en cualquier momento de la vida y las razones por las que se originan son de lo más diversas, desde episodios traumáticos hasta predisposición genética o la presencia de otros padecimientos de carácter no psicológico.
El tratamiento de la ansiedad es de gran importancia para reducir los efectos negativos que tiene la presencia de sus síntomas y conductas derivadas de ellos para la vida de quien los presenta.
Estos efectos pueden incluir el aislamiento y la limitación de las actividades cotidianas, principalmente de aquellas de carácter social, lo que genera problemas a nivel laboral y personal.
Como acabamos de mencionar, los trastornos de ansiedad pueden estar asociados con enfermedades o bien, con otros trastornos psicológicos y en algunos casos si no se tratan oportunamente pueden dar pie al desarrollo de más trastornos, como la depresión o de conductas que les permitan liberarse de la carga generada por la ansiedad, como el abuso de drogas.
Tratamiento de la ansiedad
Las personas que tratan su ansiedad acuden por voluntad propia con un especialista cuando han identificado los síntomas y el modo en que afectan su salud, pero en muchas ocasiones los pacientes son diagnosticados con este trastorno cuando acuden a consulta médica a raíz de la presencia de malestares físicos que no saben son signos de un ataque de ansiedad, fobia o pánico.
En todo caso, se realiza un diagnóstico y una serie de evaluaciones que permiten identificar el tipo de trastorno que el paciente presenta y a partir de ello se busca el tratamiento más adecuado.
El tratamiento de la ansiedad se clasifica en dos grandes grupos, farmacológico y no farmacológico.
A quienes tienen que recibir tratamiento farmacológico debido a las causas que originan el trastorno también se les recomienda un tratamiento no farmacológico, es decir, un tratamiento psicológico, ello para permitirle desarrollar herramientas y técnicas adecuadas para hacerle frente a los episodios de ansiedad, para identificar los factores que los ocasionan y para modificar pensamientos y conductas alterados a raíz del padecimiento.
Sin embargo, no todas las personas necesitan de un tratamiento farmacológico y la terapia psicológica puede ser suficiente y eficaz.
Las características de la terapia psicológica varían según las necesidades de cada persona pero en general se hace uso de psicoterapias, de terapia cognitiva y de terapia conductual o bien, de terapias en grupo.
La duración del tratamiento no farmacológico depende de las características del padecimiento y del avance individual del paciente pero por lo regular después de un par de meses se logran reducir los síntomas para regresar a una vida normal.
Sin embargo es importante tener en cuenta que ninguna terapia, por efectiva que sea, puede ofrecer resultados inmediatos y es cuestión de trabajo colaborativo entre el paciente y el terapeuta que el tratamiento arroje buenos resultados.
Durante el proceso de terapia se realizan evaluaciones para medir el avance del paciente, y en caso de ser necesario el especialista puede recomendar optar por otra alternativa terapéutica o bien, complementar el tratamiento psicológico con fármacos u otro tipo de terapias.
Para finalizar no está de más resaltar la importancia del apoyo de familiares y amigos en el proceso de tratamiento de la ansiedad y mencionar que puede ser posible que el terapeuta sugiera sesiones de terapia familiar o grupal en algún punto del proceso.