comer compulsivamente

Comer compulsivamente, un estilo de vida de riesgo

Cuando se habla de alimentos, en general, se hace una asociación con conceptos de nutrición, necesidad de comer para vivir, pero también con disfrute o placer al tener la posibilidad de consumir cierto tipo de alimentos que de manera personal son los predilectos, los que generan mayor disfrute.

Pero ¿Que hay detrás de comer compulsivamente?

En la cultura mexicana, es habitual asociar alimentos con vínculos, alimento como regalo y muestra de afecto, compromiso emocional de consumir ciertos alimentos por haber sido hechos con “amor” y todas aquellas reuniones sociales y familiares, que como eje de interacción tienen el alimento.

Sin embargo ¿Qué pasa cuando el alimento se consume de manera compulsiva sin lograr el disfrute del sabor o la ocasión?. Incluso generar un malestar muy importante por la sensación que se presenta de no poder controlar la conducta de comer grandes cantidades de comida y con esto alejarse de los motivos básicos de supervivencia y placer.

Y de aquí surge una reflexión central en donde se puede establecer la pregunta;

  • ¿Por qué se dan estos episodios compulsivos?
  • ¿Por qué no los puedo detener?

Aunque conozco y veo las consecuencias que poco a poco empiezan a aparecer. Mantener la conducta de daño a través de esta práctica alimentaria, acompañada de muchos sentimientos de frustración, enojo, impotencia, dolor emocional que hace anhelar aquel momento en que comer era agradable y aún, en ese entonces, podían percibirse los sabores con claridad.

De lo que se está hablando en este momento es del comer compulsivamente. Clínicamente hoy es considerado como “trastorno por atracón”, siendo éste un trastorno de alimentación.

En el trastorno por atracón la característica principal es tener momentos en que se come una gran cantidad de alimentos. Superior a lo que una persona consumiría habitualmente en el mismo periodo de tiempo, acompañado de una sensación de pérdida de control y un significativo malestar físico y emocional.

Entonces, en este escenario, imaginemos que por mucho tiempo se ha normalizado el comer en exceso, en el sentido en que un niño con sobrepeso genera ternura, se justifica por el proceso de crecimiento o en los adultos justificado por un aparente disfrute, que muy lejos está de ser sano o normal.

Y aunque la palabra normal puede interpretarse desde la subjetividad personal, salir de lo normal es cuando una conducta, actitud o emoción, provocan dolor o consecuencias por el hecho mismo de su existencia.

Por ejemplo, estas conductas de alto consumo de alimentos, que generalmente son alimentos muy procesados, con alto nivel de azúcares o harinas blancas y con poco aporte nutrimental, que en su exceso encamina, sin excepción, a la persona a tener complicaciones médicas, físicas y emocionales graves.

Pensar en las enfermedades que conocemos asociadas al sobrepeso como;

  • Diabetes,
  • Hipertensión,
  • Altos niveles de colesterol en sangre,
  • Malnutrición, entre otros

Así como un profundo malestar emocional por la difícil relación con el cuerpo que inicia una lucha por la aparente aceptación que no se logra concretar porque internamente se reconoce y vive este descontrol, auto agresión y dolor.

Es importante reflexionar sobre la forma en que normalizamos el consumo de alimentos dañinos en grandes cantidades, que probablemente buscan sanar heridas o vacíos emocionales, que por más alimento que se consume, no hay manera de sanar.

Dejemos de aceptar que es normal este tipo de compulsión y empecemos a buscar formas diferentes de sanar, lejos del daño personal.

Conversa con nosotros para poder revisar a profundidad estrategias para hacer de lo sano lo normal, siendo lo normal el auto aprecio y respeto en todas las áreas de nuestra vida.

Mtra. Michele García López

Coordinadora Clínica

Oceánica

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