Es difícil poder dar un buen consejo, sobre todo cuando no sabes todo lo que en realidad pasa dentro del matrimonio.
Solo los que viven juntos saben la realidad de su relación. Juzgar y dar opiniones siempre es una opción fácil, después de todo ¿Quién no tiene una opinión o una recomendación, sobre todo cuando no se trata del pellejo propio?
¿Cómo saber cuándo es el momento para divorciarse? ¿Cuál sería el mejor consejo que se puede dar a una persona que esta confundida y lastimada? Las opiniones de otras personas muchas veces pueden ser útiles, pero cada relación tiene su historia y condiciones específicas que solo la pareja misma conoce a fondo, por tal motivo las opiniones ajenas no deben ser tomadas muy en serio.
Dar un consejo u opinión acerca de romper un matrimonio es peligroso. No es conveniente tomar la responsabilidad para decidir por otras personas, uno no está dentro y hay muchos factores que se desconocen.
Entonces que se dice cuando una persona está desesperada y está buscando apoyo y a lo mejor quisiera validar sus sentimientos para poder tomar una decisión adecuada. Dentro de los factores que se debe considerar es importante recordar que:
1- Cuando las cosas entre la pareja ya no funcionan en ningún aspecto, no hay comunicación, respeto y además, no hay hijos de por medio.
2- Cuando uno deja de ser mejor persona porque la pareja discute o se ignoran a tal grado que solo saca lo peor de cada quien.
3- Cuando hay abuso, infidelidad, mentiras y la vida se pone en peligro, cuando hay agresión, falta de seguridad o comportamientos que ponen en riesgo la salud y la paz emocional, entonces desde luego que el divorcio no se cuestiona. Este no es solo una opción, sino que también es una necesidad.
Pero que pasa en las situaciones donde hay hijos de por medio y una familia formada, cuando hay una larga vida juntos, pero las circunstancias se complican o se atoran, en momentos, la situación económica se agrava y se cometen muchas tonterías por la desesperación y la falta de recursos, o porque hay pérdidas o simplemente, la visión de la vida es distinta los valores ya no coinciden y la manera de vivir es diferente… Entonces la consideración del divorcio es complicada. Puede haber mil motivos para terminar, y al mismo tiempo mil otras razones por las cual uno debiera de seguir.
El divorcio pudiera ser una solución o no. De hecho, hay ocasiones que terminar el matrimonio, solo es una puerta que invita a tener problemas más grandes y complicados.
Lo que queda claro es que no se puede, ni se debe de vivir en conflicto y deteriorar una relación por no tomar una decisión. En la pareja, cada quien es responsable por sus acciones. Si uno engaña y el otro lo permite, si uno grita y el otro caya… cada quien tiene sus cuestiones que resolver, tanto el que hace como aquel que lo permite.
No se debe de opinar cuando no se conoce el fondo de la situación o cuando uno no es tan cercano a la relación. En caso de dar un consejo, es importante permanecer imparcial a las creencias personales y buscar el bien para todos.
Como dar un buen consejo:
1- Tomar con seriedad los problemas de los demás. Cuando uno va a dar un consejo debe de asegurarse que no está hablando por hablar y que esta consiente del dolor y las consecuencias que puede causar. Hay que hablar como le gustaría que le hablen a uno en la misma situación.
2- Ser prudente y precavido es una virtud que se debe se desarrollar para poder dar un buen consejo. Hay que saber escuchar sin criticar, preguntar para aclarar, observar para entender y tener compasión y empatía antes de decir algo que no pueda causar un problema mayor. Siempre tratar de hacer el bien.
3- Un consejo debe de ser en benéfico y función del que lo pide no del que lo da. Hay que ayudar e iluminar a las personas que tienen dudas. Aclarar sus pensamientos y proponer nuevas opciones, lo que es obvio para uno quizá es algo nuevo para los demás. No se vale poner nuevos obstáculos donde de por sí ya hay problemas.
Es fácil dar consejos a los demás, después de todo uno no vive las consecuencias de lo que el otro sufre.
