Marihuana: mitos, beneficios y riesgos
La marihuana es una de las sustancias más consumidas en el mundo y, al mismo tiempo, una de las que más debates genera. Para algunos, se trata de una planta natural con usos medicinales que aporta beneficios en ciertas enfermedades; para otros, es una droga que puede convertirse en la puerta de entrada a otras adicciones.
Lo cierto es que existen muchos mitos sobre la marihuana, así como información confusa acerca de sus supuestos beneficios y de los riesgos reales que implica su consumo prolongado. Por eso, es importante analizar este tema con una visión clara, equilibrada y cercana, que permita tomar decisiones informadas.
En este artículo hablaremos sobre los principales mitos en torno a la marihuana, los beneficios reconocidos por la ciencia, los riesgos que conlleva su consumo y la importancia de contar con un tratamiento para la adicción a la marihuana cuando el consumo se vuelve problemático.
Mitos comunes sobre la marihuana
Alrededor de esta planta existen creencias muy extendidas que no siempre tienen sustento en la realidad. Algunos de los más frecuentes son:
“La marihuana no es adictiva”
Aunque muchos piensan que no genera dependencia, lo cierto es que existe el trastorno por consumo de cannabis, reconocido por organismos internacionales de salud como la OMS y el DSM-5. La adicción puede ser psicológica y física, especialmente en consumos prolongados y en personas jóvenes cuyo cerebro aún se encuentra en desarrollo.
“Como es natural, no hace daño”
Que sea una planta no significa que esté libre de riesgos. El tabaco también es de origen natural y causa millones de muertes cada año por enfermedades cardiovasculares y pulmonares. La marihuana puede afectar la memoria, la concentración, el rendimiento académico y laboral, y en ciertos casos, provocar episodios de ansiedad o psicosis.
“Fumar marihuana es más seguro que fumar tabaco”
Ambas sustancias dañan los pulmones. Además, la marihuana suele fumarse sin filtros, lo que incrementa la exposición a toxinas y sustancias cancerígenas. De hecho, algunos estudios sugieren que un cigarro de marihuana puede contener más alquitrán que varios de tabaco.
“Todos consumen marihuana sin consecuencias”
Cada organismo responde diferente. Algunas personas pueden desarrollar tolerancia y dependencia más rápido que otras. Además, existe un mayor riesgo de efectos negativos en adolescentes, personas con antecedentes de trastornos mentales o consumidores frecuentes.
Beneficios medicinales de la marihuana
La ciencia ha estudiado los posibles usos terapéuticos de la marihuana y, bajo supervisión médica, ciertos compuestos de la planta —como el THC y el CBD— han mostrado beneficios en casos específicos:
- Alivio del dolor crónico: en pacientes con enfermedades como artritis, fibromialgia o esclerosis múltiple.
- Control de náuseas y vómito: especialmente en pacientes que reciben tratamientos de quimioterapia.
- Estimulación del apetito: útil en personas con VIH/SIDA u otras condiciones que provocan pérdida de peso significativa.
- Tratamiento de epilepsia refractaria: algunos derivados del cannabis, como el cannabidiol (CBD), han demostrado eficacia en casos resistentes a otros fármacos.
Es importante aclarar que estos beneficios provienen de componentes específicos, dosificados y regulados, no del consumo recreativo sin control. Usar marihuana sin supervisión médica puede conllevar riesgos importantes que superan los beneficios potenciales.
Riesgos del consumo de marihuana
Aunque algunas personas la perciben como una droga “ligera”, el consumo frecuente o en grandes cantidades puede tener consecuencias significativas:
1. Afectación cognitiva
Se han documentado dificultades en la memoria, la concentración y el aprendizaje, especialmente en jóvenes y adolescentes, cuyo cerebro aún está en formación. El impacto puede prolongarse incluso después de suspender el consumo.
2. Problemas respiratorios
Fumar marihuana irrita los bronquios y puede incrementar el riesgo de enfermedades pulmonares crónicas, similares a las que provoca el tabaco.
3. Trastornos de salud mental
El consumo prolongado se asocia con mayor probabilidad de padecer ansiedad, depresión, ataques de pánico y episodios psicóticos. En personas con predisposición genética, puede aumentar el riesgo de esquizofrenia.
4. Adicción
Aunque no todos los consumidores desarrollan dependencia, se estima que entre un 9% y un 17% sí lo hacen, según estudios internacionales. En adolescentes, la cifra puede ser más alta debido a la vulnerabilidad del cerebro en desarrollo.
5. Impacto social y personal
El consumo problemático puede derivar en ausencias escolares o laborales, aislamiento social, conflictos familiares y pérdida de interés en actividades que antes resultaban importantes.
Estos riesgos muestran que el consumo de marihuana no es tan inofensivo como muchas veces se piensa.
¿Cuándo se necesita tratamiento para la marihuana?
No todos los consumidores de marihuana requieren tratamiento. Sin embargo, es recomendable buscar ayuda cuando el consumo empieza a afectar la vida cotidiana. Algunas señales de alerta son:
- Necesidad de consumir más cantidad para sentir el mismo efecto.
- Ansiedad, irritabilidad o insomnio al intentar dejarla.
- Abandono de responsabilidades escolares, laborales o familiares.
- Pérdida de interés en actividades sociales o recreativas.
- Conflictos frecuentes con la familia o amigos por el consumo.
En estos casos, lo más adecuado es acudir a un centro especializado que ofrezca un plan integral de rehabilitación para marihuana.
¿Cómo es un tratamiento especializado para marihuana?
Un tratamiento de adicción a la marihuana debe diseñarse de manera personalizada y suele incluir varias fases complementarias:
- Evaluación médica y psicológica
Permite identificar el nivel de dependencia, la frecuencia de consumo y posibles trastornos asociados como ansiedad o depresión.
- Desintoxicación supervisada
En los casos donde se presentan síntomas de abstinencia —como insomnio, irritabilidad o cambios de humor— es fundamental contar con acompañamiento médico.
- Terapia psicológica
Incluye sesiones individuales y grupales enfocadas en comprender los factores emocionales detrás del consumo y fortalecer la autoestima. La terapia familiar también es clave para sanar vínculos y mejorar la comunicación.
- Rehabilitación social
Apoyo para recuperar hábitos saludables, proyectos personales y vínculos familiares o laborales.
- Prevención de recaídas
Estrategias y acompañamiento continuo para mantener la sobriedad, reforzar la motivación y aprender a enfrentar situaciones de riesgo.
El objetivo es que la persona no solo deje de consumir, sino que logre una vida plena, estable y libre de adicciones.
El paso a paso de las fases del tratamiento
Generalmente, la rehabilitación para adicción a la marihuana sigue varias etapas que se desarrollan de manera progresiva:
- Evaluación inicial: diagnóstico médico, psicológico y social para diseñar un plan a medida.
- Desintoxicación: manejo de síntomas de abstinencia y preparación del cuerpo para la siguiente fase.
- Terapia intensiva: intervención psicológica profunda para identificar las causas y aprender nuevas herramientas emocionales.
- Rehabilitación social: fortalecimiento de la vida familiar, laboral y académica.
- Seguimiento y prevención de recaídas: acompañamiento posterior que permite mantener los avances a largo plazo.
Este proceso integral aumenta significativamente las probabilidades de éxito y ofrece un nuevo comienzo libre de dependencias.
Da el primer paso hacia una vida libre
Superar una adicción nunca es un camino sencillo, pero sí es posible con la ayuda adecuada. En Oceánica México, contamos con programas especializados de tratamiento para adicción a la marihuana, diseñados para acompañarte en cada etapa con un enfoque humano, integral y cercano.
Recuerda: pedir ayuda es un acto de valentía y el primer paso para recuperar tu bienestar. No estás solo en este camino, siempre existe la posibilidad de volver a empezar.