De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adicción se define como “un trastorno de salud mental y un trastorno del comportamiento caracterizado por la necesidad compulsiva de consumir una sustancia”. Dicho trastorno se puede manifestar en hombres o mujeres, sin embargo en este artículo se hablará del impacto que tiene específicamente en la mujer con adicciones.
Estadísticamente, los hombres ocupan el primer lugar en consumo de sustancias, aunque la mujer progresivamente va aumentando su consumo de manera significativa, siendo que en el consumo de alcohol, se identifica que hombres y mujeres consumen por igual.
A lo anterior, podemos sumar que es menor el número de mujeres que asisten a tratamiento y esto generalmente asociado a aspectos de estigma social, familiar y personal, además de la percepción que puede llegar a tener la mujer de que se han potencializado los efectos “positivos” del consumo y con ello negar la realidad del patrón secreto que han desarrollado.
Se da una minimización de las consecuencias negativas, manteniéndose en el autoengaño por el miedo a afrontar el estigma, alejándola cada vez más de reconocer su enfermedad y buscar ayuda.
¿Cómo es una mujer con adicciones?
Una mujer con adicciones puede ser de cualquier edad, ser estudiante, mamá, una profesional admirada, empresaria exitosa, la esposa de un hombre importante o una digna abuela.
Ser extrovertida y animadora de las reuniones sociales a las que asiste, o una persona asustada con complejos de inferioridad que tiene que buscar el valor en el consumo del alcohol o sustancias adictivas antes de intentar hacer o realizar aquello a lo que teme, o a su vez tolerar aquello que no logra enfrentar.
¿Qué tipo de circunstancias se pueden vivir como mujer cuando sufres de una adicción?
Aquí algunas ideas:
¿Estás impaciente por que tus hijos se vayan a la escuela y tener un espacio para ti sola y poder consumir?
¿Después de cumplir con las labores del hogar tiendes a recompensarte con una copa?
¿Tuviste un día estresante en tu trabajo y solo buscas una copa para poder relajarte y descansar?
¿No puedes conciliar el sueño y te has refugiado en el consumo de medicamentos?
¿Has utilizado como anestesia emocional el consumo de sustancias?
Si te identificas con alguna de estas preguntas, no permitas que esta enfermedad siga destruyéndote y aislándote de las personas que más amas.
En Oceánica entendemos que es una enfermedad sin culpables, pero si eres responsable de tu recuperación, mereces brindarte la oportunidad de vivir un estilo de vida diferente y recuperar tu autoestima, honestidad contigo misma, confianza, amor propio y valentía para enfrentar cualquier situación que se presente en tu diario vivir.
No eres la única mujer que esta pasando una situación similar.
Si tienes más dudas sobre el tema o quieres compartir tus inquietudes, te invito a que me escribas, estaré pendiente de acompañarte.
“La fe es dar el primer paso, incluso cuando todavía no ves toda la escalera”.
(Martin Luther King)
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Ter. Vianca Barraza
Terapeuta de mujeres