Desde nuestra gestación empezamos a sentir el amor, el rechazo, el deseo de vivir, de las expectativas de nuestra progenitora y un sinfín de sentimientos que en su momento resultan difíciles de entender para nuestra corta existencia.
Al nacer nos encontramos con un panorama positivo o negativo el cual nos impulsa a crecer o decrecer, siendo personas positivas o lo contrario con la necesidad de poder subsistir ante las adversidades.
Cuando se habla de una persona adicta solo se observa la parte negativa, los errores, las perdidas, las ganas de no ser alguien en la vida, de no ser útil a la sociedad, de ser solo uno más.
Pero jamás nos detenemos y revisamos la parte más fundamental e importante de ese ser humano, sus sentimientos, sus emociones, su vacío, su tristeza, su carencia, su magnitud, su decadencia, sus deseos de ser reconocido, valorado y lo más elemental y sencillo el que sea amado.
¿Acaso te has permitido mirar sus ojos, observar su tristeza, sus necesidades y muchísimas circunstancias que no le han permitido crecer y ser solo como ese ser humano con las mismas inquietudes y deseos que tú?.
¿Qué te dicen?, ¿qué es lo que piden?, ¿qué te gritan?.
Aprende a no juzgar, aprende a acompañar, aprende también de él , atrévete a preguntar, atrévete a sentir como él, si bien es cierto que no eres responsable de su pasado, si es posible que contribuyas a su presente.
ACEPTA, APOYA, REGALA UNA PALABRA, UN ABRAZO, UN TE QUIERO, UN ME IMPORTAS, UN ESTOY CONTIGO, UN ESTOY AQUÍ !.
RECUERDA antes de enfermar, nació siendo solo UN SER HUMANO.
CON ACIERTOS Y ERRORES Y CON LA MISMA NECESIDAD DE REALIZARSE POSITIVAMENTE.
COMO TÚ COMO, YO Y LOS DEMÁS.