Desafortunadamente los trastornos alimenticios están más presentes que nunca, por un lado, la presión social ha generado que hombres y mujeres caigan en la tentación de no comer o provocarse el vómito. Y por otro, hay quienes calman ansiedades y miedos con comida, lo que lleva al exceso de peso. Por eso la importancia de hablar de obesidad y ejercicio.
La buena noticia es que hay ayuda disponible. El tratamiento para la obesidad no solo consiste en bajar a la persona de peso, sino en encontrar la raíz del problema y darle una solución, lo más definitiva posible.
Es importante tener claro que solo con amor y entendimiento familiar, así como con la guía de expertos psicólogos, terapeutas y nutriólogos, se puede realizar un tratamiento para la obesidad efectivo y, sobre todo, seguro.
Hay personas que recomienden dietas o remedios milagrosos para que una persona baje de peso, disminuya su apetito o sus medidas. Esto puede resultar peligroso para la salud y, sobre todo, no se estará resolviendo la enfermedad de raíz, ya que ésta aqueja, principalmente, a la psique del obeso, pues la comida en exceso es solo una consecuencia y un síntoma.
También hay cosas que el obeso y su familia pueden hacer desde casa para mejorar la salud de su cuerpo y su condición física.
El ejercicio es necesario e indispensable para la mayoría de los seres humanos, sin embargo, en el caso de las personas que padecen obesidad o sobrepeso, es necesario que los ejercicios se realicen de una manera cuidadosa y especial para su condición de salud.
Es común que personas con sobrepeso decidan empezar a hacer ejercicio para adelgazar, sin embargo, es necesario que empiecen, poco a poco y de una manera gradual, pues un cuerpo que no está acostumbrado a la actividad física lo puede resentir mucho.
También es importante tener claro que la obesidad tiene otras enfermedades asociadas como consecuencia, algunas de ellas son: cardiovasculares, respiratorias y endocrinas como el colesterol elevado, la diabetes y la hipertensión.
También existe la artrosis y los dolores de espalda, rodillas, cuello, etcétera. De igual manera, el peso elevado sobre el esqueleto representa una falta de movilidad en las articulaciones, por lo que no se deben forzar.
Sabiendo esto, daremos en el presente artículo algunas recomendaciones para ejercicios sencillos y no agresivos para el cuerpo de la persona que padece obesidad.
Lo más importante es tener claro que la actividad física debe ir progresando de nivel de manera gradual, es decir, poco a poco. Recordemos que hay más posibilidades de éxito realista de perder peso si se lleva una dieta específica, un programa de atención psicológica y ejercicio de mediano impacto de manera diaria.
Algunas recomendaciones:
-Evitar actividad física que dispare el ritmo cardíaco:
Es ideal que un obeso empiece por combinar entrenamiento cardiovascular sencillo y moderado, con un entrenamiento de resistencia o muscular. Dichos ejercicios no queman tantas calorías, pero darán fuerza y estabilidad a las articulaciones. También darán más resistencia a los músculos y los activarán para que consuman más calorías, que si están en reposo.
-No ejercicios extenuantes
¿Cómo saber si se trata de ejercicios extenuantes? La manera de comprobarlo es que se pueda mantener una plática mientras se realiza la rutina.
-Obesidad y ejercicio de impacto
Esto se refiere a ejercicios donde sea necesario saltar o frenar. Esto sería demasiado peso sobre articulaciones y huesos, lo que podría generar lesiones. Correr tampoco es lo recomendable, pues el constante impacto de peso sobre talones, pies y rodillas puede ser negativo a la larga.
Algunos ejercicios que se recomiendan son ciclismo en superficies planas, patinaje, natación, remo, caminatas y subir y bajar escaleras de manera pausada.
Con respecto a la actividad en los gimnasios, lo que se recomienda es la utilización de aparatos que no tengan mucho impacto, por ejemplo, elípticas y siempre hacer cualquier actividad utilizando el pulsómetro para monitorear, constantemente, la actividad del corazón.
-Escoger correctamente el entorno para ejercitarse
Aunque parezca algo banal, el entorno donde la persona realizará su actividad física es importante, pues lo último que se quiere es que se sienta incómodo o expuesto y esto termine por afectar el tratamiento para la obesidad, en vez de ayudarlo.
-Tener la orientación de profesionales
Cualquier entrenador puede confirmar que es peligroso realizar actividad física de un momento a otro y sin la orientación de un experto. Siempre se debe llevar un estricto control de salud y todo lo que eso conlleva, como análisis clínicos, dieta adecuada, supervisión en el gimnasio, etcétera.
Esto no significa que un entrenador deba estar todo el tiempo junto a la persona que se está ejercitando, pero sí será necesario que, periódicamente, valore el progreso, modifique el plan de entrenamiento si fuera necesario y lleve un registro de los avances o resultados.
Te guiamos en el tema de obesidad y ejercicio
En el Centro de Tratamiento de Adicciones Oceánica buscamos ayudar a pacientes con trastornos alimenticios, a que encuentren la salud mental y física que necesitan para tener una vida plena, feliz y, sobre todo, sana.
El apoyo y la presencia amorosa de la familia será muy importante para lograr la recuperación, sin embargo, lo más deseable será que el paciente tenga la determinación de seguir el tratamiento para la obesidad y así pueda recuperase satisfactoriamente.
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