Aceptar que se tiene un problema de alcoholismo y/o drogadicción como enfermedad, no es algo sencillo y menos cuando ni siquiera es considerado como tal. Es por eso que el programa de recuperación pide como requisito el deseo de dejar de consumir alcohol y/o drogas.
El primer paso de Alcohólicos Anónimos que a su letra dice “admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables”, invita a reflexionar al recién llegado acerca de cómo su vida iba en declive, problemas en casa, trabajo, relaciones interpersonales deterioradas y todo esto debido en gran parte por el consumo de alcohol y/o drogas.
El recién llegado al programa de AA se manifiesta de la siguiente manera:
Sometido: sin justificación alguna en relación a la fuerza de voluntad para controlar.
Humillado: totalmente convencido que la enfermedad lo ha podido controlar cuando consume.
Quebrantado: aceptando el sufrimiento que la enfermedad ha generado debido a los actos de insano juicio y el daño que genera en él mismo y en los que le rodean.
Las personas con problemas de alcoholismo y/o drogadicción tienden a defender a capa y espada su enfermedad ya que ha sido un refugio que los ha acompañado a lo largo de varias etapas de su vida, aunque no hayan sido las mejores, sin embargo el miedo a lo desconocido, al cambio son meras justificaciones que se interponen en su proceso de aceptación. Pueden llegar a decir “si me quitan mi esencia, en donde quedaré yo”. ¡NO TE DESANIMES!
Muchas personas en el mundo han modificado su estilo de vida y se han reencontrado consigo mismos, el programa de recuperación ofrece una vida útil y feliz, lo único que hace falta es que te decidas. Recuerda, no estamos solos en el camino de la recuperación, siempre hay alguien con quien sentirse identificado para poder compartir lo que sientes para liberarte de los problemas que ya no necesitas.