Tras la llegada de un bebé, la mujer puede experimentar emociones encontradas entre tristeza, alegría, miedo y ansiedad propias de un proceso de adaptación en el encuentro madre e hijo, un episodio depresivo puede iniciar en el embarazo o en el posparto; afectando entre una de cada seis mujeres, tiene una duración variable se habla de depresión si la tristeza, la preocupación y el cansancio predominan siendo estos más intensos y recurrentes por mucho tiempo, puede durar hasta años si no es atendida, afectando el vínculo entre madre e hijo.
Síntomas de la depresión posparto
Los síntomas más comunes son estado de ánimo deprimido en la mayor parte del día, sensación de vacío y desesperanza, disminución del interés o placer, cambios de apetito, alteraciones psicológicas, cambios de humor, sentimientos de culpa, insomnio o sueño excesivo, cefaleas y dolores corporales, preocupación poco realista sobre el bebé o desinterés, dificultad para crear lazos de apego, melancolía e incapacidad de afrontar la maternidad resultando difícil organizar una rutina con el recién nacido/a y en casos de depresión mayor ideación suicida.
Los factores de riesgo a considerar son:
- Padecimientos personales y familiares de depresión u otras enfermedades mentales.
- Diagnóstico previo de depresión.
- Problemas económicos, falta de apoyo de la pareja.
- Desequilibrio hormonal antes, durante y después del parto.
- Consumo de alcohol y sustancias psicoactivas.
- Violencia familiar.
- Si el parto fue difícil o traumático.
- Si se encuentra aislada socialmente, pasando momentos difíciles en su vida.
- Si el bebé es prematuro o enfermo.
Considerando que no por tener cualquiera de las anteriores circunstancias se desarrollará una depresión posparto, seguido del alumbramiento, las madres experimentan cambios biológicos, físicos, emocionales y sociales, se pueden presentar de manera simultánea o en una mezcla de cada uno de estos factores.
El parto puede resultar agotador, la recuperación no siempre es fácil entre el brindar cuidados al bebe y los cuidados propios, lo cual puede provocar un gran caos, resultando agotador.
¿Qué puede ayudar?
Aceptar que algo no está funcionando y causa malestar, recordar que la maternidad es un proceso que tiene su tiempo y requiere acompañamiento, considerando que la melancolía posparto generalmente tiene una duración de unos días; después los síntomas desaparecen tan rápidamente como aparecieron, en caso de que esto no ocurra en importante prestar atención y sin dudarlo pedir ayuda.
Muchas mujeres prefieren ocultar los síntomas esperando desaparezcan por sí solos por miedo al estigma o el solicitar la ayuda, la sugerencia es buscar un diagnóstico oportuno para determinar el tratamiento adecuado, si identifica uno o más de los síntomas y factores mencionados es conveniente reportar a profesionales de la salud, hacer partícipes a los miembros de la familia como red de apoyo.
El tratamiento para la depresión posparto incluye:
- Terapia individual, familiar y/o en grupo.
- Evaluaciones y pruebas diagnósticas.
- Estancia clínica y Médicos especializados.
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