El suicidio es definido por la (OMS, 1976) como “todo acto por el que un individuo se causa a sí mismo una lesión, o un daño, con un grado variable de la intención de morir, cualquiera sea el grado de la intención letal o de conocimiento del verdadero móvil”.
El estudio de la problemática del suicidio se puede definir de diferentes formas. Es así que existe el suicidio consumado, un intento de suicidio o pensar en suicidarse. El suicidio presenta un factor cognitivo (pensar en suicidarse) y un factor de conducta (querer suicidarse y el suicidio ya hecho).
“Cada suicidio supone la devastación emocional, social y económica de numerosos familiares y amigos”, ha declarado la Dra. Catherine Le Galés-Camus.
Es una muerte violenta por lo inesperado, súbito, brutal, agresivo, corrosivo, que afecta no solo a la persona que lo lleva a cabo, sino a todo su entorno. Mata la tranquilidad de la familia y le deja un mensaje brutal. El suicida comienza a autodestruirse antes de llegar al acto suicida y antes de vivir las causas detonantes. Pudiendo identificar en los suicidios y los intentos suicidas una crisis emocional, una perturbación y un desacuerdo social. Cuando se analiza lo que piensan los demás sobre las posibles motivaciones para un suicidio, es común escuchar expresiones como “salir del problema y “única salida”, haciendo pensar que es válido culturalmente recurrir al suicidio como un recurso de afrontamiento.
Es importante enfatizar que, la organización mundial de la salud (OMS-2007) calcula que hay más muertes por suicidio que muertes por violencia en el mundo. Dicho dato pudiera traducirse como “un número innecesario de víctimas”. Debido a, que al ser un problema de salud pública, la responsabilidad social es fundamental.
No puede considerarse la conducta suicida como un acto plenamente dirigido por el deseo de morir; el intento suicida involucra un debate interno, una lucha entre el deseo de morir y el de seguir vivo. El que intenta suicidarse, lucha internamente entre ambos deseos. Este dato es importante para las personas que desean ayudar, utilizando esta lucha interna, estas ganas de seguir viviendo que solo necesitan ser estimuladas.
Las personas suicidas toman esta decisión porque en medio de sus circunstancias no pudieron desarrollar distintas alternativas que marcaran otro destino, en medio de la desesperación o la angustia que se puede presentar en ellas, es difícil ver los recursos que la persona tiene para salir adelante de aquella profundidad en la que creen estar o realmente se encuentran.
Sin embargo, al analizar el contexto, las personas suelen manifestarse con un diálogo común. “Yo no tenía idea”. “Pensé que solo era una fase que estaba atravesando”. “Nunca pensé que lo iba a hacer”. “Ojalá hubiera recurrido a mí”. “Ojalá hubiera dicho algo”. “Ojalá yo hubiera dicho algo”. Cuando ya es demasiado tarde. Comúnmente sucede que cuando vemos un comportamiento extraño o inusual en alguien tememos a empeorar la situación. Cuando una persona piensa en quitarse la vida, quiere que alguien le pregunte, quiere que a alguien le importe. La mejor manera de evitarlo es preguntar: ¿estás pensando en quitarte la vida?
En la relación de individuo–sociedad desde el campo sociológico, Scaglia y García (2000, p. 33), estudiando a Durkheim sobre el suicidio, llegaron a la conclusión de que la sociedad deja su marca en los individuos, se impone, da forma a sus actos y pensamientos; es decir, ellos consideran que la presión social es la fuerza con la que la sociedad se impone al individuo y al mismo tiempo, lo protege.
E. Durkheim afirma que los individuos son el resultante de las características de una sociedad, que pone su imprenta sobre cada uno “a la manera de un molde impuesto al metal caliente” (Scaglia y García, 2000, p. 34). Te invitamos a que si conoces alguna persona que se esté enfrentando a esta problemática de salud emocional tan grave, o te identificas con algún aspecto de lo que hemos mencionado, con gusto te escuchamos. La primera herramienta siempre es empezar a dar voz pidiendo ayuda y aquí estamos listos para acompañarte.
