Las adicciones traen consecuencias

 

Parte del proceso de rehabilitación es tomar conciencia y responsabilidad de las relaciones que se dañaron mientras la adicción dominaba el comportamiento.

El camino de la rehabilitación es un proceso paulatino y doloroso, pero al final, es la única manera de restablecer las relaciones personales y sentir paz con uno mismo para poder reiniciar el camino de la vida.

Para poder dejar las adicciones se necesita decisión, humildad, voluntad y fe. Entre otros componentes, estos tres constituyen la base principal para poder iniciar el nuevo camino. Cuando se mezclan estas acciones y se incorpora la disciplina y el apoyo de personas y de otros que han padecido lo mismo, el éxito  es casi seguro.

Las discusiones y conflictos remanentes por una adicción son menos dolorosos que el mismo proceso de aceptar la adicción en primer lugar. Ahora el diálogo se lleva con mayor tranquilidad al ya no estar presente la intoxicación que alteraba el sistema nervioso por lo que la plática que surge es genuina, humilde y muy efectiva.

Las consecuencias son parte de los pendientes que se tienen que enfrentar, éstas, en realidad son una puerta entre abierta que sirven precisamente para poder sanar lo que en algún momento se lastimó. Si bien, se perdió la confianza, ahora con una nueva actitud y en estado sobrio, se inicia un diálogo de respeto mutuo.  Donde el dolor lesionó y ocasionó pérdidas, ahora inicia la plática del perdón, la responsabilidad y  la conciencia.

Tanto la persona que esta rehabilitando como las personas que apoyan y  quieren la recuperación están conscientes que cada movimiento positivo es un paso más para restablecer la rehabilitación y poder recuperar la felicidad y la paz emocional.

 

Una de las recomendaciones que surgió en una plática con una persona que estaba desesperado por recuperar el cariño de sus hijas fue la siguiente:

Querido amigo, se necesita mucha fuerza de voluntad para poder salir de las adicciones y tú ya lo hiciste, debes de sentirte muy orgulloso por tu logro. Se lo difícil y dolorosos que fueron esos momentos, pero eso ya es cuestión del pasado.  Ahora quizá viene un camino más fácil, y sin embargo,  más complejo, tienes que tomar la responsabilidad por todo lo que se dañaste en el camino, cuando tenías miedo, angustia y te sentías solo. Es tiempo para que repares, sanes y busques la manera de encontrar el perdón y el respeto tanto en ti mismo, como en las personas que te rodean, eso es incluyendo a tu mujer y tus hijas.

Cada día que pasa, la relación es más fácil, el dolor se diluye y las nuevas experiencias con una visión humilde y genuina, reparan poco a poco el dolor y lentamente la vida se restablece y el carácter se fortalece.

Recuerda que no estás solo, busca a tu alrededor y te vas a sorprender cuantas personas te quieren y están felices que te estas recuperando de una caída que tuviste. Finalmente los tropezones muchas veces pueden ser los mejores aprendizajes que se pueden tener.

 

Recetas para la vida

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