¡Bienvenidos sean todos! Se encuentran en el sitio oficial de internet de Oceánica en México, por medio del cual tendrán la oportunidad de explorar los servicios que tenemos disponibles en nuestra clínica ubicada en Mazatlán (Sinaloa), en la que brindamos desde tratamiento de la obesidad, la depresión o la ansiedad, hasta aquellos que atienden las desafortunadas consecuencias de las adicciones sin importar el objeto de la dependencia, es decir, que van desde la adicción a las drogas más recurrentes, hasta otras adicciones como la que se puede desarrollar por cierta comida.
Así pues, la “adicción a la comida” puede o no ser tal, ya que para vivir siempre dependeremos de los alimentos que nos llevamos a la boca, contrario a la dependencia que generan otros factores y que no son necesarios para nuestro cuerpo. Entonces, para que se considere como una adicción, se debe tener una necesidad desesperada por consumir alimento, aunque en la mayoría de los casos se presenta por ciertos tipos de comida, por ejemplo, hay gente que es adicta únicamente al refresco o gaseosa, y en caso de no satisfacer su adicción, se sienten mal, además de que su consumo engendra otras problemáticas, justo como la obesidad.
Por otra parte, comer mucho en general o solo tal o cual alimento, puede presentarse también como una consecuencia de otro padecimiento que no sea una adicción, es decir, que puede resultar en un trastorno alimenticio como la bulimia, caracterizado por la ingesta también descontrolada de alimento, específicamente después de no haber ingerido nada durante un tiempo considerable.
Pero una conducta en la que bajo ciertas situaciones una persona come exageradamente, también puede ser reflejo de ansiedad, que si bien no es una enfermedad sino más bien un estado, por lo que puede ser parte del cuadro de otras enfermedades, tales como la neurosis, es igual de peligrosa que otros males como la depresión.
Ahora bien, tanto la ansiedad, como la depresión, pueden llevar a alguien a comer cada vez más de lo necesario hasta desarrollar obesidad, incluso las personas con bulimia, cuya problemática surge de querer mantener o conseguir una imagen y un peso (pero siguiendo los caminos equivocados), tienden a ser obesas, a diferencia de las que sufren el trastorno alimenticio conocido como anorexia, ya que en estos casos comen lo menos posible y adelgazan dramáticamente. Ambos trastornos relacionados con los hábitos alimenticios son peligrosísimos, pero suele hablarse menos de la bulimia y cómo está estrechamente relacionada con la obesidad en adolescentes, y el que cada vez sean más los menores con sobrepeso, diabetes y de paso, anemia o hasta desnutrición.
Y es que muchos, por ejemplo, tienen la creencia de que alguien con anemia tendría que estar sumamente delgado, esto es un mito, cualquier persona, incluso una con sobrepeso u obesidad, puede ser anémica. Por otra parte, la diabetes es una de las enfermedades más preocupantes tanto en nuestro país como en el mundo por la cantidad de gente que se suma a las tasas de este padecimiento, ya que es de las principales causas de muerte en México (algunos reportes indican que es la primera).
Y es un problema de salud igual de alarmante en otras naciones tanto subdesarrolladas como de “primer mundo”. Además, casi siempre va de la mano al menos con el sobrepeso, se le suele ubicar al lado de la obesidad (hasta hay clínicas enfocadas en estas dos enfermedades); sea como sea, la diabetes siempre se agrava con malos hábitos alimenticios.
El tratamiento de la obesidad surge como una necesidad ante este padecimiento en el que los mexicanos ocupamos el primer lugar. Hasta hace no mucho todavía era EEUU la nación “más obesa del mundo”, pero esto, comenzaron a transformarlo los norteamericanos apenas sintieron los reflectores encima.
Así, Estados Unidos abandonó la primera posición, México se convirtió en el país con más casos de obesidad (y diabetes, como lo decíamos), y poco se ha logrado con las estrategias que se han implementado para atender este problema de salud pública, pues si bien, el que alguien sea obeso es en gran parte por sus acciones y costumbres, también se ve fuertemente influenciado y hasta determinado por su entorno y ciertos factores.
Aunque México no saldrá de ese primer lugar igual de rápido como lo hizo EEUU porque no tiene la misma capacidad que el país de las barras y las estrellas, ni tiene los mismos problemas, además de las diferencias culturales, tenemos que incentivar a las instancias competentes a seguir buscando bajar de posición, pero sobre todo tenemos que reconocer que con un cambio en el estilo de vida, es posible mejorar nuestra salud y extender nuestra expectativa de vida, viviéndola mejor. Atender mejor nuestra alimentación y evitar en la medida de lo posible un estilo sedentario, o equilibrar esto con actividades deportivas, nos ahorrará muchas preocupaciones y citas al médico, o cosas más graves.
Pero la obesidad también puede ser consecuencia de otras enfermedades y no solo de nuestros hábitos, y requerir de más para combatirla que ejercicio o una dieta diseñada por un nutriólogo (a veces, ni siquiera el conjunto, o sea dieta y ejercicio, resuelve el problema), por eso existen cirugías para instalar dispositivos en los pacientes que califican para ello (la cirugía laparoscópica y la inserción del cinturón o un globo gástrico, por ejemplo).
Sea cual sea tu caso, hay una alternativa muy completa, el tratamiento de la obesidad que podemos brindarte en Oceánica, uno INTEGRAL y PERSONALIZADO, que atienda aspectos tanto nutricionales y de hábitos relacionados con el sedentarismo, como psicológicos, por ejemplo (algo esencial después de una operación con estos fines), partiendo del caso específico del paciente, pues solo así es posible tener éxito en la mejoría de SU SALUD.
Si además de nuestros servicios se necesita de otro tipo de tratamiento, lo diagnosticamos y canalizamos el caso para que se encuentre en las mejores manos, pero nuestros pacientes siempre tendrán todo el respaldo de Oceánica, pues nuestros tratamientos serán invaluables en la recuperación de los métodos más complicados para perder peso, como las intervenciones quirúrgicas para obesidad mórbida.