No existe una causa específica y determinante que provoque la adicción al alcohol en las personas, sin embargo, sí existen varios factores claramente identificados que pueden influir, predisponer o empujar a una persona a la adicción. Factores genéticos, psicológicos y sociales influyen de manera importante en el desarrollo de una persona y, en consecuencia, en su posible adicción al alcohol.
Por esta razón, todo buen tratamiento para el alcoholismo contempla todos estos factores y cuenta con planes de trabajo y métodos de intervención diseñados y aplicados de manera que cualquiera de los elementos que predisponen al sujeto al alcoholismo sea manejado por él mismo y que la persona aprenda a vivir y a lidiar con sus diferentes cualidades y deficiencias en cualquiera de estos ámbitos. A pesar de lo anterior, es posible dividir y clasificar sin inconvenientes cada una de las posibles causas o factores que pueden influir en la conducta adictiva de una persona.
Los factores genéticos son quizás los más difíciles de identificar, pues hasta la fecha se han llevado a cabo muchos estudios que buscan encontrar de manera precisa elementos (genes) particulares en el material genético de los individuos que muestren una relación directa con alguna adicción. Al respecto, los estudios más aceptados y con resultados más confiables han demostrado que los sujetos adictos al alcohol suelen presentar una variación en el gen RASGFR-2, el cual también está relacionado con el circuito de recompensa, lo que implica que al beber alcohol, la persona siente un nivel de satisfacción mayor al de otras personas.
Otros genes relacionados con esta adicción son el CYP2E1, ALDH2 y DRD2. Las razones son variadas, pero los estudios son bastante confiables y sus resultados muy interesantes, sin embargo, es claro que cualquiera de las variaciones de estos genes pueden predisponer al sujeto a la adicción al alcohol, pero no determinan que así será necesariamente, pues hay otros factores a considerar en el tratamiento para el alcoholismo como causa del problema.
Quizás los factores más estudiados y considerados hasta el momento son los psicológicos, sobre todo porque pueden ser vistos como los elementos más fuertes y que mayor complejidad para tratar implican en un proceso de rehabilitación.
Es común pensar que cuando se habla de factores psicológicos se habla de emociones, estados de ánimo, el sentir y pensar de la persona, lo cual es cierto, pero hay muchos elementos que pocos conocen y que en consecuencia, pocas personas consideran.
En primer lugar, se debe tomar en cuenta la personalidad del individuo, la cual está conformada por dos elementos: el temperamento y el carácter. El temperamento es la forma espontánea y natural que tiene una persona al reaccionar ante un estímulo; es innato. Por su parte, el carácter se adquiere en el proceso de desarrollo de la persona y también es una forma de reaccionar a los estímulos, pero de manera mucho más consciente e influenciada por el entorno.
El temperamento tiene muchos elementos que hacen a una persona actuar o reaccionar de manera muy particular, entre los que están la regularidad del organismo, la actividad de la persona y el tipo de afectividad. Entre psicólogos es bien sabido que estas tres características del temperamento pueden crear una mezcla que haga a una persona altamente susceptible a las adicciones. Se trata de una persona con una combinación arrítmica, hiperactiva y de cercanía (regularidad, actividad y afectividad, respectivamente), pues por estas características naturales e innatas y los efectos particulares de las drogas o el alcohol, la combinación puede resultar muy atractiva y satisfactoria para la persona.
Pero estos no son los únicos factores psicológicos que pueden causar una adicción, pues los momentos, experiencias y emociones que estas generan en el sujeto pueden influir de manera considerable en la conducta de una persona. La tristeza, por ejemplo, es una de las emociones que empujan a un individuo al consumo de alcohol, pues ante alguna experiencia desagradable que genera tristeza, es común buscar algún producto, actividad, lugar o persona que ayude a disminuir el sentir, y el alcohol es una de las sustancias más consumidas para ello.
Sin embargo, emociones como la alegría, la ira o la angustia también pueden influir al tomar la decisión de consumir alguna sustancia.
Por otra parte, el tratamiento para el alcoholismo también considera factores sociales como causa probable de la adicción de una persona. Las relaciones familiares, laborales y académicas pueden influir de manera considerable, pues una persona que se encuentra rodeada de consumidores de alcohol, por ejemplo, puede tener muchos problemas para evitar consumir la bebida y si a estas situaciones se agregan factores biológicos y psicológicos, la adicción se puede considerar altamente probable.
Tener padres, amigos o compañeros alcohólicos puede influir mucho en una persona, así como tener un estilo de vida en el que el alcohol está constantemente presente o donde es ofrecido con frecuencia, sin contar las presiones, costumbres y creencias sociales del entorno.
Pero es muy necesario que toda persona comprenda que todos estos factores, ya sean biológicos (genéticos), psicológicos o sociales, no son determinantes, por lo que tener alguna variación genética que se ha mencionado, tener la tríada de temperamento adictivo o crecer bajo el techo de un padre alcohólico, no implica necesariamente que el sujeto sea adicto. En pocas palabras: estos factores no son determinantes, solo predisponentes.
Entonces, si bien cualquiera de los factores mencionados puede ser considerado como causa del alcoholismo, siempre se requiere de una combinación de varios de ellos, pues nunca existe una causa única que provoque esta condición en una persona.
Oceánica, gracias a su vasta experiencia y su gran equipo de profesionales en medicina y psicología, ha desarrollado diferentes procesos y métodos de intervención que han resultado sumamente efectivos, pues gracias al conocimiento y capacidad del equipo, se consideran todos los factores y causas posibles de una adicción, de manera que el proceso de rehabilitación es integral.
El tratamiento para el alcoholismo que aplica Oceánica es efectivo por sencillas razones: es desarrollado y ejecutado por profesionales expertos en adicciones, considera todos los factores que influencian en un adicto y la atención es personalizada, pues cada adicto, cada persona, cada familia, tiene un entorno diferente, y con base en dicho entorno se lleva a cabo el tratamiento.
