Codependencia

Codependencia y familia: Dinámicas disfuncionales y su relación con la codependencia

La codependencia es un fenómeno complejo que puede afectar todo tipo de relaciones profundamente, generando una red de relaciones y comportamientos disfuncionales.

Lo real es que este fenómeno es originado en contextos familiares disfuncionales donde prevalecen la violencia, la manipulación, las adicciones, la falta de comunicación y los trastornos emocionales y conductuales graves.

Este trastorno se infiltra en cada miembro de la familia, perpetuando ciclos de dolor y disfunción. A continuación, explicaremos cómo este trastorno impacta a cada miembro de la familia y cómo las dinámicas disfuncionales contribuyen a su desarrollo.

El origen de la codependencia en la familia

La realidad es que las familias disfuncionales son el caldo de cultivo perfecto para la codependencia. Y las familias disfuncionales son mucho más comunes de lo que solemos creer.

En estos entornos disfuncionales, los roles familiares se distorsionan y los límites se desdibujan. A menudo, un miembro de la familia sufre de una adicción o un trastorno mental, y el resto de la familia se adapta para manejar el caos resultante. En lugar de abordar el problema de frente, los miembros de la familia desarrollan mecanismos de supervivencia que incluyen la negación, la represión y el control excesivo.

Cómo afecta a cada miembro de la familia

El progenitor codependiente

El progenitor codependiente suele ser el centro de esta dinámica disfuncional. Este individuo siente una necesidad abrumadora de controlar y “arreglar” a los otros miembros de la familia.

Se responsabiliza por las acciones y emociones de todos, sacrificando su propio bienestar en el proceso. Este progenitor puede ser extremadamente tolerante con el abuso y la mala conducta, creyendo que su amor y sacrificio eventualmente cambiarán la situación. Sin embargo, esta dinámica sólo perpetúa el ciclo de disfunción y codependencia.

El cónyuge del codependiente

El cónyuge del progenitor codependiente puede asumir uno de varios roles disfuncionales. Puede ser la fuente del problema, como en el caso de la adicción o el abuso, o puede ser un participante pasivo que permite la codependencia del otro progenitor.

En ambos casos, este cónyuge contribuye a la perpetuación de un ambiente tóxico. En algunos casos, puede también desarrollar comportamientos codependientes, reforzando aún más la dinámica disfuncional de la familia.

Los hijos

Los hijos en familias codependientes son profundamente afectados por estas dinámicas. Dependiendo de su posición en la familia y su personalidad, se llegan a crear ciertos tipos de hijos que adquieren un rol determinado dentro de la familia, para ilustrar estos roles, podemos exponer los siguientes roles que adoptan:

  • El héroe: Este hijo toma el rol de “salvador” de la familia, esforzándose por ser perfecto y por mantener la fachada de normalidad. Siente una enorme presión por lograr el éxito y puede desarrollar una fuerte ansiedad y perfeccionismo.
  • El chivo expiatorio: Este miembro de la familia actúa como el “problema” visible, desviando la atención de los problemas subyacentes en la familia. A menudo, es quien exhibe comportamientos rebeldes o problemáticos, y carga con la culpa de la disfunción familiar.
  • El niño perdido: Este hijo tiende a aislarse y evitar conflictos. Desarrolla una baja autoestima y puede sentirse invisible dentro de la familia, a menudo sufriendo en silencio.
  • El payaso de la familia: Utiliza el humor y la distracción como mecanismo de defensa para desviar la atención de los problemas reales. Aunque puede parecer alegre, este rol esconde un profundo dolor emocional.

Dinámicas disfuncionales

Las dinámicas disfuncionales en la familia en muchas ocasiones fomentan la codependencia a través de varios patrones de comportamiento, entre algunos de ellos se encuentra:

  • Negación: La familia, en conjunto, niega la existencia de problemas graves, como la adicción o el abuso. Esta negación permite que el ciclo de disfunción continúe sin interrupción.
  • Control: El progenitor codependiente intenta controlar las acciones y emociones de los demás, creyendo que puede mantener la paz y la estabilidad a través de este control.
  • Rescate: Los miembros de la familia a menudo intentan “rescatar” al individuo problemático, ya sea encubriendo sus errores, asumiendo sus responsabilidades o defendiendo su comportamiento.
  • Límites difusos: En una familia codependiente, los límites personales y emocionales son casi inexistentes. Los problemas de un miembro se convierten en problemas de todos, y la individualidad se sacrifica por la percepción de unidad.

Rompiendo el ciclo de codependencia

Romper el ciclo de codependencia en la familia a veces puede llegar a parecer imposible, pero sí se puede, aunque sí requiere un esfuerzo consciente y sostenido. Algunas estrategias incluyen:

  • Reconocer el problema: Antes que nada, la aceptación y el reconocimiento de la disfunción son los primeros pasos que debes dar para poder moverte hacia la recuperación.
  • Establecer límites saludables: Todos, dependiendo de nuestra personalidad, tenemos límites distintos y parte de conocernos y amarnos a nosotros mismos, es conocer bien esos límites. Aprender a decir “no” y establecer límites claros es crucial para detener la codependencia.
  • Buscar ayuda profesional: Existen lugares profesionales, como Oceánica, que se encargan de abordar tratamientos para este tipo de trastornos. La terapia familiar, la psicoterapia individual y los grupos de apoyo también son recursos valiosos para abordar y sanar las dinámicas disfuncionales.
  • Fomentar la autoestima y la autonomía: Ayudar a cada miembro de la familia a desarrollar una autoestima saludable y a ser autosuficiente reduce la dependencia emocional y el control.

En conclusión se puede decir que la codependencia es una condición profunda que afecta a cada miembro de la familia de manera significativa y que, si no se trata debidamente, se puede replicar en todas las otras relaciones de las personas codependientes durante el resto de su vida.

Comprender las dinámicas disfuncionales y tomar medidas activas para abordarlas puede ayudar a romper el ciclo de codependencia, permitiendo a cada miembro de la familia vivir una vida más equilibrada y saludable. La recuperación es un proceso posible y necesario para el bienestar de todos los involucrados.

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dr oceanica
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