La obesidad es un trastorno multifactorial en el que el organismo acumula grasa en distintas zonas del cuerpo, lo que lleva a un incremento de peso considerable y dañino; se puede detectar rápidamente si una persona es obesa con el índice de masa corporal, que al ser igual o superior a 30 indica un grado de este trastorno, que tiene diferentes grados, por eso es importante conocer las consecuencias de la obesidad.
¿Qué es la obesidad y por qué se produce?
Al ser multifactorial, la obesidad puede tener un origen endocrinológico, hormonal, congénito, u otros, sin embargo el más común es la ingesta desmedida de alimentos altamente calóricos y de la falta de actividad física.
En esta nueva entrada del blog de Oceánica nos centraremos en la adicción por la comida, que genera en sobrepeso u obesidad y en el tratamiento para la obesidad con base en esta adicción, ya que puede derivar en graves padecimientos de salud, de los que también hablaremos a continuación.
Los seres vivos tenemos que comer para sobrevivir, y a todos nos gusta disfrutar de alimentos bien preparados y de sabor agradable, sin embargo en la adicción a la comida, comer es una obsesión en la que no se puede controlar la ingesta de alimentos, especialmente de aquellos ricos en grasas y carbohidratos sin pensar en las consecuencias de la obesidad.
Muchos adictos a la comida piensan en su merienda mientras aún están comiendo, y sienten antojo sobre ciertos alimentos, buscando satisfacer el antojo en cuanto puedan.
Cabe destacar que la adicción por la comida no siempre se relaciona con la bulimia, en la que la persona consume grandes cantidades de comida y la elimina posteriormente a través del vómito o laxantes, sin embargo una persona con bulimia o anorexia pueden ser adictas a la comida pero al sentir culpa, hacen todo lo posible para no comer o para deshacerse de las calorías de cualquier forma. La diferencia radica en la culpa y en el deseo por no subir de peso.
Cuando comemos nuestro cerebro segrega dopamina, especialmente con alimentos muy apetecibles, que generan la sensación de bienestar, por ello comer ciertos alimentos (como el chocolate) es una especie de recompensa para el cerebro.
En el caso de un adicto la comida no les satisface y sienten la necesidad de comer más aunque no tengan hambre; con el tiempo, un adicto puede observar que la comida les satisface cada vez menos, porque han desarrollado tolerancia a ella.
También es importante resaltar que por cuestiones metabólicas u hormonales, una persona con peso normal o bajo puede ser adicta a la comida pero su cuerpo maneja mejor las calorías adicionales que consumen, incluso pueden perder peso rápidamente al incrementar su actividad física por lo que pueden comer sin subir de peso, o sin aumentar grasa de forma visible.
En la adicción por la comida se presenta la ansiedad y síntomas de abstinencia que en la adicción por las drogas, el alcohol o el tabaco debido a que la comida también provoca una respuesta neurológica, aunque esta suele ser diferente en hombres, mujeres y niños, quienes también pueden ser adictos, incluso se han detectado casos de niños con predisposición genética a la adicción y crecen con los peligros que acompañan a la obesidad, como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares.
Causas de la obesidad
Las causas de la adicción por la comida son diversas e incluso difíciles de detectar, ya que muchas veces los hábitos de la niñez son el origen de los comedores compulsivos.
- En primera
Por malos hábitos alimenticios en las familias
- En segunda
Porque muchos padres utilizan los postres o la comida chatarra como recompensa o como un medio para escapar del estrés y la ansiedad.
La dieta para controlar el peso también puede conducir a síndromes de abstinencia y un deseo incontrolable por los alimentos prohibidos.
En muchas ocasiones el verdadero trasfondo de la adicción es que las personas ven en la comida un medio para compensar la falta de amor.
Entre los signos de esta adicción encontramos:
- La preferencia por alimentos como los postres, que se consideran como reconfortantes.
- Comer desmedidamente, sin importar la hora, el lugar o la actividad, pues una persona adicta puede abandonar su ocupación por comer.
- El incremento en el tamaño de las porciones que se sirven.
- Síndrome de abstinencia al no comer sus alimentos favoritos, tratando de mitigar los síntomas al comer un producto similar.
¿Por qué nos volvemos adictos a la comida chatarra?
Lo peor de todo es que los alimentos elegidos suelen ser los que contienen harinas y azúcar refinada, son altos en sodio y en grasa (algunos estudios indican que la comida chatarra es alta en sodio y azúcar para provocar adicción en el consumidor), por lo que llevan rápidamente al aumento de peso.
Muchos comedores compulsivos no se fijan en su imagen corporal o su peso, por lo que suelen ser obesos y estar susceptibles a las enfermedades como la diabetes; es lamentable encontrar a personas enfermas de diabetes o trastornos cardiacos que no quieren privarse de los alimentos que les hacen daño y siguen comiéndolos a sabiendas, por ello se recomienda un tratamiento para la obesidad integral, enfocado en el problema de adicción.
Las consecuencias de la obesidad y la adicción a la comida son:
- Artritis
- Dolores de espalda crónicos
- Diabetes
- Hipertensión
- Colesterol elevado
- Enfermedades de los riñones
- Cáncer
- Trastornos cardiovasculares como infarto
La adicción por la comida se aborda como otras adicciones, con un enfoque personalizado dependiendo del estilo de vida, la gravedad de la adicción, el género, el estado de salud general y así combatir consecuencias de la obesidad de manera integral. ya que esta adicción puede tener causas psicológicas o estar agravado por factores metabólicos.
Se puede tratar la adicción mediante terapia psicológica con enfoque cognitivo conductual, mediante grupos de apoyo, cursos de cocina saludable para cocinar alimentos deliciosos pero bajos en grasas trans y azúcares refinados.
La intención final es dejar de percibir a la comida como un medio de recompensa, o de compensación de las carencias afectivas, así como re-educar al estómago y al paladar para que se acostumbre a alimentos saludables, medidos y nutritivos, sin tener que castigarse con dietas rigurosas o desagradables, que generan poco apego y son fáciles de romper.
Además del tratamiento para la obesidad se recomienda hacer ejercicio, tener una vida social activa y abandonar malos hábitos como comer en la cama, los Snacks de media noche y cambiarlos por otros positivos como el yoga, el deporte, la cocina saludable, etc.
Dejar de comer no es una opción lógica ni viable para un adicto ni para cualquier persona, por lo que se recomienda el enfoque integral para tener una mejor relación con la comida.
¿Qué podemos hacer para evitar las consecuencias de la obesidad?
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